La crónica de altercados en el fútbol base vasco lejos de cesar continúa un fin de semana más dejando capítulos bochornosos. Si el pasado sábado fue el entrenador del juvenil del Sestao River B el que recibió un puñetazo de un espectador que posteriormente se fue a la carrera, ayer por la tarde le tocó el turno de engrosar la lista de damnificados por los sucesos extra deportivos a un futbolista menor de edad del Leioa juvenil División de Honor, la máxima categoría estatal a la que han ascendido los de Sarriena este curso. Así lo ha denunciado el conjunto azulgrana mediante un comunicado en sus redes sociales. Ha sido en la visita al Gazte Berriak, en el grupo 2, un duelo de la octava jornada que ha acabado 1-0 para el equipo de Ansoain y que ha terminado de la peor manera posible.

“La Sociedad Deportiva Leioa quiere denunciar la agresión sufrida por el jugador, menor de edad, del equipo Juvenil A. Cuando este intentaba impedir que algunos miembros del club local irrumpieran en el vestuario visitante, ha recibido un puñetazo en el pómulo propinado por una persona identificada como un empleado o colaborador del Gazte Berriak”, destacan los de Sarriena.

Desde la directiva presidida por Margarita Landeta lamentan “profundamente que este tipo de comportamientos, que no admiten justificación alguna, se sigan produciendo en entornos deportivos. Deseando al jugador una pronta recuperación, nuestro equipo jurídico queda a su entera disposición para interponer, si así lo desea, la reclamación”.

Según testigos de los hechos, todo sucedió al final de un encuentro que fue caliente sobre el césped y que se saldó con dos jugadores del Leioa expulsados en la recta final. También vio la roja el entrenador vizcaino por protestar en el descuento. Con el cuerpo arbitral ya en su vestuario, los dos equipos se retiraron entre reproches y con los ánimos crispados, también en la grada.

Todos los sucesos ocurren en una zona del campo acotada y en la que no debería haber público y la cual estaba repleta de gente, tanto de aficionados como de miembros del equipo local. Según las mismas fuentes, los jugadores del Leioa que estaban accediendo al interior del vestuario golpean la puerta del mismo, fruto de la frustración. En ese instante, aparece un miembro que está identificado por su vestimenta como parte del Gazte Berriak para recriminarles su actitud.

Esa persona intenta acceder al interior del vestuario, de manera violenta y agresiva. Los jugadores azulgranas intentan sacar a este sujeto. Se arma un revuelo en el que otro integrante del Gazte Berriak, identificado posteriormente por la policía, también intenta acceder a los vestuarios, junto con el presidente del club.

El miembro identificado como parte del Gazte Berriak, en la trifulca, mientras intentaba acceder al vestuario agrede al menor de edad propinándole un puñetazo en el pómulo derecho, que le causa una lesión con hematoma.

Posteriormente, y mientras seguían intentando acceder al vestuario visitante con actitud violenta y agresiva tras la agresión llega un miembro del cuerpo técnico del Leioa, identificado como Karlos Gutiérrez, el cual ha sacado prácticamente de dentro del vestuario al miembro que ha agredido al jugador, al presidente y a otras dos personas.

Tras quedarse dicho miembro del cuerpo técnico en la puerta del vestuario para evitar que accedieran al mismo estos miembros que mostraban una actitud muy violenta y muy agresiva, reseñablemente la del presidente y el agresor, los jugadores visitantes se han quedado dentro del vestuario y el resto de público en los aledaños.

Después de despejarse los aledaños a los vestuarios que debían, los responsables de ambos clubes mantienen una conversación en la que el presidente del Gazte Berriak confirma que conoce al agresor, pero no accede a identificar a esa persona delante del árbitro y en respuesta a las demandas del club visitante para interponer una denuncia.

Lo que obliga al Leioa a llamar a la Policía Local para que levante un atestado del suceso. Los agentes tomaron declaración al jugador agredido, a los testigos, así como a miembros del club local como del visitante, y el agresor del menor. fue identificaco