GERNIKA: Altamira, Agirrezabala, Berasaluze, Arberas (Min. 57, Parra), Argente, Carlos González (Min. 70, Larrauri), Nestor Lucas, Antón (Min. 57, Ibon Badiola), Xabi Garzón (Min. 57, Arruabarrena), Vieites (Min. 82, Gallastegi) y Arzalluz.

ARENAS: Oleaga, Alfaro, Garro, Daiki, Leiza, Huete, Lamadrid (Min. 92, Estrecha), Varo García (Min. 69, Santamaría), Baqué (Min. 69, Valiño), Gabriel (Min. 82, Arenal) e Iglesias (Min. 82, Escobar).

Goles: 0-1: Min. 3; Alfaro. 0-2: Min. 53; Lamadrid. 1-2: Min. 63; Berasaluze. 2-2: Min. 75; Arzalluz de penalti.

Árbitro: Álvarez Ordoñez (asturiano). Amonestó a los locales Néstor Lucas, Larrauri, Gallastegi y Argente y al entrenador visitante, Gabriel, Garro, Alfaro y Huete.

Incidencias: 900 espectadores en Urbieta.

Le faltó tiempo al Gernika para llevarse los tres puntos de un emocionante y vibrante derbi que desenterró Koldo Berasaluze con su golazo junto con un dudoso penalti ante un buen Arenas, que en la primera hora de juego desplegó su mejor versión firmada con dos tantos.

Con respeto, con una estructura sólida de cinco defensas -otras veces Arberas juega por delante-, el Gernika esperó a un renacido Arenas intentando desconectarle en su zona de ataque. Quizás, por el respeto que imponían las dos últimas visitas del histórico, que se había marchado con un marcador de 0-2 o, quizás, porque los forales necesitaban espacios para que sus pequeños pudieran correr al ataque. Por lo que fuera, pero Germán Beltrán estuvo más preocupado del rival que de los suyos y tuvo que sufrirlo, ya que el Arenas aprovechó pronto su ocasión. Cuando se dio cuenta rectificó y equilibró el partido. 

Casi sin despertarse el derbi, Alfaro se inventó un gran disparo desde el pico del área derecho que sorprendió a Altamira por alto y abrió el marcador. Al cuarto de hora, tras un córner, Arzalluz metió el balón al corazón del área pequeña entre un millón de piernas y el esférico le cayó a Berasaluze que no acertó a marcar en boca de gol. El Arenas se mostraba más cómodo sobre el verde. Un centro de Alfaro lo cabeceó Gabriel a las manos de Altamira. La mejor ocasión local para empatar la tuvo Arzalluz a la media hora. El delantero se escapó por velocidad tras un pase en largo de Arberas y tras deshacerse de Garro no pudo culminar la jugada, ni tampoco Xabi Garzón, que se sumó a la fiesta. Entre la falta de puntería y Lamadrid impidieron el gol local.

En la segunda parte, el Arenas volvió a salir mejor al encuentro. Primero, avisó Vieites en una jugada individual que taponó Huete y luego Arzalluz, que también fue interceptado en su intentona. Lamadrid ejecutando una falta directa con maestría hizo el segundo. Un golazo. Germán Beltrán realizó un triple relevo para intentar mover el árbol y cambió a cuatro defensas para tener más presencia en el centro del terreno. Baqué cabeceó cruzado ante un atento Altamira. El que verdaderamente movió el árbol fue Berasaluze, que salió de su cueva y desde casi el medio del campo metió el balón en la puerta visitante. Un golazo, lleno de fuerza y confianza que cambió por completo a los forales. 

El Gernika tenía parte del trabajo hecho. Ibon Badiola puso una falta al área y el balón rematado de cabeza por Arruabarrena lo cazó Oleaga. A falta de un cuarto de hora llegó la igualada. Tras un saque de banda muy profundo Arruabarrena forcejeó con Daiki en el área y con la caída del delantero el árbitro señaló una rigurosa pena máxima. Los visitantes se quejaron de la decisión. El exdelantero del Arenas Arzalluz materializó el penalti. Con la igualada los de Gobela quedaron tocados hasta el final y el Gernika acabó pisando la portería de Oleaga. Garro taponó a Arruabarrena. Parra lanzó una falta y Oleaga blocó el esférico. Gallastegi a contrapié con su zurda disparó fuera a puerta vacía. Y Oleaga con los pies evitó el gol de Arruabarrena en la prolongación.