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Un nuevo querer y no poder del Amorebieta

El conjunto azul reitera sus debilidades como visitante y sucumbe en A Malata ante un Racing Ferrol que rentabilizó el único tanto de Carlos Vicente

Un nuevo querer y no poder del AmorebietaLaLiga

Racing Ferrol 1

Amorebieta 0

RACING FERROL: Cantero; Delmás, Castro, Jon García, Brais Martínez; Vicente (Min. 80, Cubero), Bernal, Señé (Min. 80, Álex López), Héber (Min. 75, Manzanara); Iker Losada (Min. 80, Sánchez) y Álvaro Giménez (Min. 75, Sabin Merino).

AMOREBIETA: Campos: Álvaro Núñez, Hernando, Gayá, Garreta (Min. 86, Lasure), Seguín (Min. 86, Avilés); Rayco (Min. 81, Edwards), Carbonell, Sibo, Morcillo (Min. 62, Dorrio); y Jauregi (Min. 80, Da Graca).

Gol: 1-0: Min. 35; Vicente.

Árbitro: Ais Reig (Comité Valenciano). Amonestó a Álex López, por el Racing Ferrol; y a Seguín, por el Amorebieta.

Incidencias: Partido correspondiente a la novena de LaLiga Hypermotion disputado en el estadio A Malata ante 5.832 espectadores.

A la quinta, tampoco. El Amorebieta prolonga su penitencia cuando hace las maletas y anoche sufrió una nueva derrota en A Malata, en un partido en el que asomó un repetido ejercicio de querer y no poder que le condenó a no rascar nada frente a uno de los que se entiende puede ser uno de sus rivales directos por la permanencia. El dato es representativo de la realidad de un conjunto azul que solo ha sido capaz de sumar un punto de quince posibles como visitante, una pésima estadística que cada vez ocupa y preocupa más en clave interna, conscientes de que el colectivo de Haritz Mujika no debe sobrevivir únicamente de la caja que pueda hacer en Lezama. Necesita sacar más músculo lejos de su guarida, porque ayer hincó la rodilla ante un Racing Ferrol que se valió del solitario tanto de Carlos Vicente a los 35 minutos y de su rigor defensivo en la reanudación para frustrar los deseos de un Amorebieta que continúa sin dejar la puerta a cero como foráneo, otro dato que le castiga y que, cerrada la novena fecha, se queda a un solo punto de los puestos de descenso.

Se trataba de la primera jornada de LaLiga Hypermotion entre semana, por lo que las rotaciones se conocían de aquí a Lima. El propio Mujika lo adelantó en la previa. Si el domingo pasado introdujo seis novedades en el once para el duelo ante el Cartagena, anoche repitió mismo número de cambios. O sea, una nueva mini revolución, que, además, la aderezó con el sistema de tres centrales, al que apenas había recurrido el pasaitarra, con Félix Garreta junto a Manu Hernando y Josep Gayá, y Rayco Rodríguez como un falso socio en ataque de Eneko Jauregi, que también retornaba a la titularidad. Una fórmula ad hoc para un encuentro exigente ante un viejo conocido como el Racing Ferrol, al que el Amorebieta ya batiera hace cuatro meses en la Final de Campeones de Primera RFEF. Aquello es historia, el presente es una competición diferente y con dos plantillas renovadas, por lo que una posible referencia quedaba desactivada.

El conjunto azul buscó incomodar el juego entre líneas del cuadro gallego y lo logró por momentos, mientras que a la hora de crear explotó los costados, sobre todo por el de Jon Morcillo, el más activo de los zornotzarras, ya que de sus botas salieron las mejores opciones de su equipo, aunque no pudo superar a Cantero ni en un par de disparos ni en dos llegadas que no cazó a sendos servicios de Rayco, también insistente. El jugador cedido por el Athletic y el canario se aprovecharon del oscuro trabajo de Jauregi, pero faltó el acierto, un déficit que penaliza.

El equilibrio mandó hasta que se asociaron Iker Losada, Señé y Carlos Vicente, tres de los más talentosos del conjunto ferrolano, en una acción que culminó el último tras superar en su duelo a Garreta con un derechazo que no pudo evitar Campos, que minutos antes se había lucido en un cabezazo a bocajarro de Señé. El Amorebieta se vio obligado a remar a contracorriente, como le sucediera en sus dos anteriores desplazamientos a El Sardinero y La Cerámica, en los que, como se conoce, no fue capaz de dar la vuelta a los mismos para sucumbir en ambos. Mujika, visto lo visto, tuvo que corregir matices al paso por vestuarios, aunque no modificara la pizarra.

El Amorebieta dio un paso adelante en su afán de igualar, Álex Carbonell asumió más posesión y los azules ganaron metros, pero se quedó en mero artificio. Morcillo apareció en un centro que controló mal Jauregi y Rayco cabeceó un gran servicio de Seguín que detuvo Cantero, en tanto que Gayá, solvente todo el choque, apagó el fuego en dos contras locales. Pasó menos de lo que quería el Amorebieta, por mucho que Mujika agitara la coctelera en el tramo final con más recursos ofensivos, pero fueron ineficaces para arrancar por lo menos un punto, con lo que se alarga la sequía de los azules como viajeros.