El Deportivo Alavés y el Levante sellaron ayer domingo tablas sin goles (0-0) en el primer capítulo de la final del play-off de ascenso a LaLiga Santander disputado en Mendizorrotza, un resultado que obliga al conjunto gasteiztarra a vencer en el partido de vuelta que tendrá lugar el próximo sábado en el Ciutat de València si quiere retornar a la máxima categoría, ya que un nuevo hipotético empate, con prórroga incluida, beneficiaría al cuadro valenciano por su mejor clasificación en la liga regular.

Fue un encuentro en el que dominó el pragmatismo, el miedo a perder y un fútbol escaso de oportunidades, especialmente en el primer acto, aunque en el segundo ambos equipos ganaron un punto ofensivo. El Alavés, donde Asier Villalibre –cedido por el Athletic– jugó 35 minutos, avisó en dos ocasiones, a las que respondió con otro par el Levante, por lo que la igualada fue justa.