Raúl Quintana (Santurtzi, 1981) asume que el partido de este miércoles en Autol es su mayor reto como entrenador. Llegó el pasado verano al banquillo del Dinamo como recambio de Aritz de la Rosa, el técnico que hizo historia el curso anterior en la entidad saturtziarra, y asume que el momento es histórico. El sábado tiró de una rotación extrema y dio descanso a su habitual once en el duelo de liga ante el Sodupe (1-1), consciente de que lo que hay en juego en terreno riojano.

¿Cómo le surgió la opción de entrenar al Dinamo?

—Estaba de segundo en el Gatika y me llamó Alex (Díaz Bonilla) –el presidente del Dinamo–, que apostó por mí y no fue difícil elegir. Soy de Santurtzi, he seguido siempre la Dinamo, conozco a los jugadores, al barrio… Fue el Dinamo el que me eligió a mí.

¿Cómo está el equipo?

—El equipo está muy bien. Ha sido una pretemporada muy dura, adaptándonos unos a otros y el grupo está bien. Los resultados van llegando, con sus picos altos y bajos, y el equipo está con ganas de que llegue el partido de Copa.

¿Le incomoda que se hablara tanto del partido de Copa con varios choques de liga por medio?

—Que hablara la gente, me daba igual, que lo hicieran los jugadores, me preocupaba más. Ya les dije que antes de jugar la Copa había tres encuentros muy importantes de liga –Erandio, Elorrio y Sodupe, saldados con dos victorias y un empate– y había que disputarlos. Había que ir paso a paso, porque no podíamos ir allí perdiendo y perdiendo, por ese bajón que supondría para todo el colectivo.

¿Era difícil mentalizar al equipo antes del duelo de Copa?

—Solo me quería centrar en los partidos de liga, pero tampoco me costaba mentalizarlos, porque los jugadores ya lo estaban con anterioridad. Les tengo que parar más para que no salgan al campo demasiado emocionados.

¿Cuál es el ADN de este Dinamo?

—Trabajo, familia… Me he tenido que adaptar yo más a ellos que ellos a mí. Es un campo complicado, pequeño, en el que tienes que adaptar tu idea de juego a los jugadores, porque no puedes hacer grandes fichajes.

¿Ha cambiado mucho la plantilla respecto al año pasado?

—La verdad es que muy poco. Se ha ido Rouco, como una de las piezas importantes, hemos descartado a otros cuatro jugadores y han venido cinco más.

¿Qué partido espera en Autol?

—Todavía no me lo imagino. Les he visto a ellos y lo cierto es que, para bien o para mal, se me va a hacer larguísimo el partido y espero que le pongamos intensidad y competir. Sobre todo, intentar estar centrados durante la noventa minutos.

¿Será determinante marcar primero?

—Creo que sí, sobre todo porque te libera y te permite jugar más tranquilos. Vamos a salir con mucha energía y hay que pararla, porque en ocasiones te aceleras y te puedes despistar y equivocarte.

¿Teme que les pueda pesar las piernas?

—No, estos están acostumbrados a la presión. Tienen ascensos, el año pasado superaron la liguilla para meterse en esta previa de Copa y nos les van a temblar las piernas ni por asomo.

¿Qué referencias tienen del Autol?

—Les hemos visto en vídeo un par de partidos y el fin de semana anterior estuvo parte del cuerpo técnico viéndoles in situ. Es un equipo que intenta jugar el balón, en un campo de dimensiones grandes… El fútbol riojano es diferente al de aquí, donde metemos más intensidad, ellos son más tranquilos.

¿Va a dormir la noche del martes al miércoles?

—Espero que sí, porque si no se te hace muy largo el día, necesitas desconectar un poco.