REAL MADRID: Courtois; Carvajal (Min. 87, Lucas Vázquez), Militao, Alaba, Mendy (Min. 85, Marcelo); Casemiro, Valverde, Modric (Min. 82, Rodrygo); Marco Asensio (Min. 82, Ceballos), Vinícius (Min. 85, Hazard) y Benzema.

ALAVÉS: Pacheco; Tenaglia, Miazga, Lejeune, Duarte (Min. 83, Navarro); Loum (Min. 83, Toni Moya), Tomás Pina, Escalante (Min. 72, Edgar), Jason (Min. 61, Pere Pons), Luis Rioja (Min. 72, Manu Vallejo); y Joselu.

Goles: 1-0: Min. 63; Asensio. 2-0: Min. 80; Vinícius. 3-0: Min. 91; Benzema, de penalti.

Árbitro: Munuera Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Modric por el Real Madrid; y a Loum por el Alavés.

Incidencias: 42.180 espectadores en el Bernabéu.

El Real Madrid pasó de los silbidos que despidieron a los jugadores al descanso, tras un primer acto plano y sin ideas, a la ovación con la que la afición madridista premió la reacción, el reencuentro con la pegada desatada de nuevo desde un zurdazo de Marco Asensio, para tumbar al Alavés y recuperar la esperanza de cara a una remontada europea ante el PSG. Las derrotas en partidos señalados son golpes directos a la autoestima de un equipo. El Madrid necesitaba recuperar confianza perdida, alejarse de las dudas mostradas desde el inicio del año, afinar puntería. Las consecuencias del duelo de París quedaron reflejadas en el primer acto, pero su último partido de local en el estadio donde buscará una noche mágica con remontada, acabó dejando buenas sensaciones gracias a los goles.

Hasta ese momento al equipo de Ancelotti le restan dos partidos lejos de su estadio. Las dinámicas marcan el estado de salud y este Real Madrid transitaba por un bache del que mostró intención de salir. Sin fluidez en su fútbol en la primera mitad, con un dominio que se convierte en intrascendente en la fase final de cada jugada. Dificultó la generación de peligro sin asociaciones de calidad en los últimos metros. Así, todo se redujo a un remate tímido de Marco Asensio y un disparo centrado de Luka Modric. Nada que ver a lo mostrado en la segunda.

El pulso madridista lo marcan Vinícius y Karim Benzema. Se disparaba cuando conectaban en partidos pasados, y cuando parecía que hasta lo hacían con dificultad, acabaron enchufando una conexión clave. Anda Vini en un momento de duda que transmite nerviosismo. Sin marcharse con la facilidad de antes en el remate, siempre vigilado de cerca en un sistema de ayudas de los rivales. Y tampoco Karim está a su nivel, aún ganando sensaciones tras su lesión muscular. Ninguno se rindió y acabaron encontrando el premio del gol.