El Atlético afianza su liderato
Un solitario gol de carrasco en la segunda mitad mantiene invictos en champions a los colchoneros
ROSTOV: Dzhanaev, Kudriashov, Navas, Kireev, Granat, Mevlia, Gatskan, Yeroshin, Noboa, Azmun (Min. 74, Prepelita) y Poloz (Min. 77, Doumbia).
ATLÉTICO MADRID: Oblak, Juanfran, Godín, Savic, Filipe Luis, Correa (Min. 57, Gameiro), Gabi, Koke, Carrasco (Min. 89, Saúl), Torres y Griezmann (Min. 91, Thiago).
Gol: 0-1: Min. 62; Carrasco.
Árbitro: Daniele Orsato (Italia). Amonestó a Mevlia, del Rostov; y a Filipe Luis y Juanfran, del Atlético.
Incidencias: Partido correspondiente al Grupo D de la Liga de Campeones disputado en el estadio Olimp-2 de Rostov ante 15.000 espectadores.
Rostov - Un solitario gol de un inspirado Yannick Carrasco dio ayer al Atlético de Madrid una importante victoria ante un ultradefensivo Rostov (0-1), que levantó una auténtica muralla rusa que el equipo de Diego Simeone tuvo muchas dificultades para superar. Además de los tres puntos, que colocan al equipo madrileño muy cerca de los octavos de final de la Champions, con un pleno de victorias, el Atlético puso fin la racha de 26 partidos invicto del equipo ruso en su estadio.
Simeone lo había advertido la víspera -“el Rostov es peligroso porque sabe a lo que juega”-, aunque la amenaza fue más bien su defensa numantina que sus contraataques, ya que Oblak apenas hizo un par de paradas de mérito en el partido.
El Atlético salió a por el partido desde el pitido inicial y en los primeros quince minutos un omnipresente Carrasco, el jugador de moda en el Atlético, ya puso a prueba en dos ocasiones al portero local. Torres también lo intentó antes de la primera llegada de los rusos a los veinte minutos. Lo volvió a intentar Filipe Luis, pero Correa remató alto tras el magnífico centro al segundo palo del brasileño.
A la media hora, el partido estaba donde querían los rusos, ya que los pupilos de Simeone tenían una posesión de casi el 70 por ciento, pero les costaba dios y ayuda superar la telaraña tendida por los rusos.
En la segunda parte, la tónica no varió, ya que los jugadores del equipo español siguieron intentando pacientemente derribar la impasible muralla rusa.
Cuando el técnico argentino comenzaba a desesperarse, Carrasco abrió la lata tras un magnífico centro de nuevo de Juanfran al que no llegó Torres y el belga remató con la izquierda en el segundo palo en el minuto 62. El resto del partido fue un querer y no poder de los rusos. - Efe