Villalibre, líder
El delantero marca ante el navalcarnero para un bilbao athletic que toma la cabeza de la tabla
Navalcarnero0
Bilbao Athletic1
NAVALCARNERO: Olmedo, Stevens (Min. 87, Iago), Manu, Jesús, José Antonio, Alonso, Jaume (Min. 68, Joaquín), Cifo (Min. 65, Fran), Nacho Buil, Garci y Chema Moreno.
BILBAO ATHLETIC: Simón, Sillero, Gorka Pérez, Unai Bilbao, Andoni López, Núñez, Bengoa, Jurgi Oteo (Min. 78, Córdoba), Olaetxea, Nolaskoain (Min. 81, Iturraspe) (Min. 89, Tarsi) y Villalibre.
Gol: 0-1: Min. 74; Villalibre.
Árbitro: García Gómez (extremeño). Amonestó al local Manu y a los visitantes Sillero, Gorka Pérez, Unai Bilbao, Jurgi Oteo y Villalibre.
Incidencias: Unos 900 espectadores en el Mariano González.
bilbao - El Bilbao Athletic toma el liderato, compartido con el Toledo, tras vencer al Navalcarnero, un rival en racha que encadenaba cinco jornadas sin perder. El tanto de Asier Villalibre fue determinante el conseguir con su cabezazo el tanto del triunfo final.
El Cuco Ziganda dio entrada a Gorka Pérez con sus primeros minutos como central, adelantando al medio centro a Unai Núñez, al mismo tiempo que Nolaskoain volvía al once. Los de casa repetían la alineación que les llevó a arrancar un punto de Gazituaga. Los bilbainos, que tuvieron que adaptarse al césped artificial, fueron más prácticos y además se encontraron con el tanto de Villalibre en la recta final ante el que los de casa ya no pudieron hacer frente. Olaetxea fue el primero en toparse con Olmedo en una primera parte vistosa aunque sin un dominador claro. Por los de casa Jaume remató alto. Seguido, Villalibre finalizó desviado, tras una jugada con Jurgi. El partido estaba abierto y Unai Bilbao tuvo que sacar bajo palos un remate de Chema Moreno.
En la segunda parte, los de casa se volcaron a la meta rival y pudieron adelantarse, tras un barullo en el que Chema no acertó. Sin embargo, los cachorros esperaron su oportunidad y en una falta lateral que botó Jurgi al área, Villalibre cabeceó a la red. Quedaba un cuarto de hora y el Cuco optó por una defensa de cinco para aguantar el empuje local que se vio incapaz de superar la tela de araña bilbaina.