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Con claro favoritismo jarrillero

Doce representantes vizcainos, cinco guipuzcoanos y tres alaveses completan el grupo IV de Tercera

Con claro favoritismo jarrilleroBORJA GUERRERO

Bilbao - Mañana echa a andar la liga en el Grupo IV de Tercera División y ya están abiertas las apuestas. Después de analizar la temporada pasada, en la que al principio no parecía haber un favorito claro al título, este curso se presenta muy diferente. El retorno del Portugalete al grupo parece haberle marcado con el estigma de favorito absoluto al campeonato. El ascenso a bronce del Zamudio marca a los jarrilleros, en los que debuta Ibon Etxebarrieta en el banquillo, como el máximo rival a batir. La renovación de sus jugadores ha sido fuerte, pues solo dos repiten. Junto a los de Ezkerraldea, el Bermeo de Toño Vadillo, subcampeón del curso pasado, ha formado una buena escuadra y presenta también sus credenciales. Un plantel con cambios pero sumando jugadores de contrastada experiencia. El Balmaseda, con honores de play-off de la mano de Urbano, también tendrá algo que decir entre los favoritos. Y esa última palabra también se le puede colocar a la Cultural de Durango, que va tejiendo año tras año un manto de atractivos jugadores con el que van creciendo. Este curso estarán de nuevo dirigidos por Igor Núñez.

Muy cerca, subiendo los escalones de Mallona, se ha situado el Santutxu del sempiterno Marquitos, que conoce de memoria sus limitaciones en la categoría y sabe exprimir al máximo las posibilidades de un plantel con muy pocas variaciones. Getxo, Santurtzi y Zalla mantienen el enigma de entrenadores nuevos. Jon Kareaga, Aketza González y Eder Maestre, respectivamente, son sus protagonistas en el banco. Los de Fadura apuestan por mantener su bloque principal, pero Santurtzi y, sobre todo, Zalla, han revolucionado por completo sus plantillas. Apuestan por jóvenes promesas que debutan en la complicada Tercera. Serán plantillas muy noveles que necesitarán un tiempo para acoplarse a la categoría. De todas formas, la apuesta por la juventud es algo general. Se buscan cada vez más perlas procedentes de equipos juveniles. Es normal; la crisis se sigue notando a todos los niveles. Puede decirse que el fútbol ya no es lo que era, y mucho menos en las categorías más humildes, y toca que reinventarse.

Los filiales quieren premio Por otro lado, como siempre, se vivirá de inicio con la incógnita de los filiales, que tan buen sabor de boca suelen dejar a medida que transcurre la competición. Hay que decir que esta temporada tanto Alavés B como CD Vitoria, inicialmente, parecen mostrar más ambición que de costumbre. El Eibar y el Alavés quieren potenciar a sus filiales en la categoría de bronce y no han disimulado. Apuestan por ello reforzando sus planteles para optar a jugar el play-off con jugadores ya contrastados e intentar saciar así sus intereses. Basconia y Real Sociedad C (antiguo Berio) también tienen buena pinta y alguno de ellos podría ser candidato al premio final de la liguilla. Como siempre, con su juventud en el escaparate. En los de Basauri, la novedad más importante llega con Joseba Etxeberria en el banquillo. El exleón y delantero de Elgoibar busca su sitio dirigiendo, tras haber estado a la vera de Ernesto Valverde en los últimos años.

Por abajo, la temporada pasada descendieron Aurrera de Vitoria, Betoño Elgorriaga y Aretxabaleta, estos dos últimos recién ascendidos al año anterior. Otro curso más se buscará evitar la zona roja de la tabla, mirando de reojo a los temidos arrastres. El Deusto, de nuevo con Aitor Calle como míster, y Aurrera de Ondarroa, con otro debutante como Joseba Plaza, parten con la experiencia pasada y tienen la lección de los apuros aprendida para evitar problemas. Tanto tomateros como costeros anduvieron listos para salvarse de la quema final. Los de Etxezuri han remodelado mucho su grupo de jugadores y los de Zaldupe, en cambio, muy poco. Aunque nombres importantes han dejado su sitio y se apoyarán en su filial, el Berriatuko. A este curso llegan por la puerta grande: el Sodupe, de la mano de Andoni Galiano, que ya viviera esta experiencia hace tres temporadas, y apenas ha variado su bloque con el que consiguió el título en División de Honor. Un clásico como el Amurrio, que retorna rápidamente tras un año de peregrinación por la Preferente de Araba, y el Tolosa, otro clásico que vuelve a Tercera para hacer compañía a la armada de Gipuzkoa, junto a Beasain, Pasaia y Lagun Onak. Los vagoneros siempre parten bien en las quinielas pero no suelen llegar a tiempo del premio final, y cuidado con los de Azpeitia de la mano del infalible Pablo Turrillas, ya que fueron la sensación del grupo el año pasado y acabaron terceros participando sin éxito en la liguilla de ascenso.

Así, esta nueva temporada serán doce los representantes de Bizkaia. Sigue siendo más de la mitad del grupo. Después, los cinco candidatos de Gipuzkoa y tres de Araba. Todo está preparado y mañana empieza ya a rodar el balón en una liga que nunca defrauda.