Portugalete - Ha sido un domingo especial para Portugalete. Durante toda la mañana, una furgoneta suplantaba la labor que ya hace algunos años realizaba la banda de txistularis y se encargaba de recordar la cita vespertina. Aficionados del C. D Cayón llegaban a la villa jarrillera y se asomaban por las zonas de ambiente: Coscojales, El Ojillo... Coincidencia de colores, lo que despistaba a más de uno.
La comida popular organizada en la Plaza de La Ranchería tampoco servía para crear ambiente. La Florida reventaba una hora antes del comienzo del partido: una fanfarria y un animado locutor se encargaban de calentar los motores de la afición jarrillera; los visitantes ocupaban una tribuna supletoria ubicada tras la portería más alejada de los vestuarios.
En los prolegómenos, el presidente de la Federación Vasca de Fútbol, Luis Mari Elustondo, entregaba el trofeo como campeones del grupo IV de Tercera División al presidente del Club Portugalete, Eduardo Rivacoba.
Minutos antes de la salida de los jugadores al terreno de juego, silencio entre los aficionados jarrilleros. La afición cántabra se dejaba oír mientras por la megafonía sonaba el himno del Portugalete. Fue respetuoso el minuto de silencio en recuerdo del fallecido Francisco Esteban Aedo, Pegaso.
El riojano Martínez García señalaba el comienzo del partido. Desde la afición jarrillera un mensaje desde la grada: “Denon artean lortuko dugu”. A falta de un minuto para alcanzar el descanso llegaba la actitud antideportiva del entrenador visitante: la afición del Portugalete estallaba con gritos de “fuera, fuera...”.
Los gritos de “campeones” no llegaban hasta el 89. Tras el pitido final llegaba la euforia y las celebraciones en el seno del club de Ezkerraldea: primero sobre el terreno de juego, luego en la bajada hasta el Hotel de Portugalete y finalmente en una fiesta de celebración en un pub de la Plaza de La Ranchería. - I. Bengoa