EIBAR: Iruretagoiena, Bóveda, Añibarro (Min. 16, Aimar), Raúl Navas, Berchiche, Errasti, Dani García, Arroyo (Min. 73, Capa), Arruabarrena, Abaroa y Mainz (Min. 60, Mainz).
BARAKALDO: Montoya, Medina, Méndez, Ariño, Delgado, Garrido, Izurza, Camino (Min. 86, Basagoiti), Rubio (Min. 81, Katxorro), Espinosa (Min. 62, Aguiar) y Orbegozo.
Goles: 0-1: Min. 54; Orbegozo.
Árbitro: Galech Apeztegia (navarro). Expulsó al visitante Katxorro (Min. 89) y mostró tarjetas amarillas a los locales Abaroa, Arruabarrena y Berchice y a los visitantes Camino y Rubio.
Incidencias: Unos 1.500 espectadores en Ipurua.
bilbao. El Barakaldo sigue soñando. Nueve jornadas sin perder, con la portería a cero, y seis de ellas con triunfo. Los minutos siguen pasando, desde el 2 de diciembre, cuando el rival maño sorprendió en Lasesarre, que los de Zurimendi no encajan un gol. Son buenos números. Ayer, la acometida era muy complicada: Ipurua, y ante el segundo clasificado. Casi nada. Sin embargó, los de Ezkerraldea salieron airosos y vencieron gracias al tanto de Jon Orbegozo que suma ya once en liga. Y no parece tan descabellado pensar que el Baraka, que coqueteaba a final de año con los puestos bajos, apueste por el cuarteto de oro, si alguno se despista. Ahora se encuentra a cinco puntos del Bilbao Athletic, que se mide hoy ante la Peña Sport.
Eibar y Barakaldo jugaron un partido como añadía Iñaki Zurimendi, "en un terreno de juego a la antigua usanza". Campo pesado, con barro, fútbol intenso, muy directo. Mucha pelea y con equilibrio entre los contendientes. Con estos ingredientes, era fácil vislumbrar que quien marcara primero ganaría y más si los minutos iban transcurriendo con el marcador a cero. Así fue.
En la primera parte, el marcador no se movió, las defensas se impusieron a las delanteras y los visitantes mantuvieron la compostura ante un conjunto local que llevaba la iniciativa. Yuri Berchiche probó suerte desde lejos con su zurda. El Barakaldo exhibía su bloque férreo y difícil de superar.
Tras el descanso, en un balón largo, Jon Orbegozo superó con habilidad la línea del fuera de juego y por velocidad se marchó de su par batiendo por bajo a Irureta de disparo bajo y cruzado. Un gran gol, culminando una contra que produjo en los de Garitano el efecto de la ansiedad, mala consejera en estas lides. Un error, como era de prever, suponía un gol y un gol casi el triunfo seguro. Se cumplió la profecía. Los vizcainos se mantuvieron sin fisuras y ni la expulsión de Katxorro, que apenas duró ocho minutos sobre el terreno de juego, ni el empuje local pudieron con el sueño fabril.