bilbao. Jupp Heynckes felicitó ayer a Pep Guardiola por su compromiso con el Bayern de Múnich, líder sólido de la Bundesliga bajo su mando, pero aclaró que en ningún momento dijo que tenga decidido dejar la profesión de entrenador. Es más. Uli Hoeness, presidente del club bávaro, desveló ayer que al exentrenador del Athletic, Real Madrid y Tenerife le habría gustado renovar su contrato con el club alemán.
Pero no será así. Heynckes se ha convertido en una víctima de esta espectacular operación, urdida hace tiempo y tejida con falsedades.
El pasado 7 de enero, poco antes a la ceremonia de entrega del Balón de Oro, Pep Guardiola, que estaba nominado a mejor técnico del mundo, anunció que la próxima temporada volvería a entrenar, aunque, aseguró, no sabía en qué club, dando pábulo a todo tipo de especulaciones.
El exentrenador del Barça sin embargo negó que el elegido fuera el Bayern, argumentando que ahí está Jupp Heynckes, y "sería una falta de respecto negociar con un equipo que tiene entrenador". El pasado miércoles saltaba la noticia. Guardiola ejercerá su magisterio futbolístico no en la Premier, como se esperaba, sino en el laureado equipo alemán. Ese mismo día José María Orobitg, representante del preparador catalán, revelaba que el acuerdo se produjo antes de las Navidades, "sobre el 20 de diciembre". Sellado el pacto con el Bayern, cuando Guardiola anunció su regreso a las canchas de fútbol no tuvo empacho alguno en ocultar la verdad amparándose en una argumentación poco ética. También lo hizo el Bayern, que negó la noticia los días previos a miércoles, cuando se se proclamó el fichaje.
Ayer tomó la palabra Jupp Heynckes. "Dejaré el Bayern. Pero no es correcto que haya dicho que pongo fin a mi carrera", afirmó. "Cuando llegue el momento yo mismo me encargaré de anunciarlo", añadió el técnico, que entrenó al Athletic en dos épocas, entre 1992 y 1994 y entre 2001 y 2003, para recordar que queda aún "medio año por delante" hasta el final de la presente temporada, en que expira su contrato y será entonces cuando entregue los trastos a Pep Guardiola.
En esta ceremonia de la confusión, el Bayern, en el comunicado en el que anunciaba el fichaje del técnico barcelonés, también afirmaba que Heynckes había decidido no prolongar su contrato y poner fin a una dilatada carrera que inició en el Borussia Mönchengladbach (1979-1987), el equipo en donde se consagró como jugador y desde el cual dio el salto al Bayern para mantener la primera de sus tres experiencias en el club bávaro.
Para enturbiar todavía más el confuso ceremonial, el presidente Uli Hoeness reconocía ayer en la televisión pública ZDF que Heynckes deseaba seguir en el club un año más, al tiempo que agradecía al técnico renano su aceptación "sin dar un espectáculo" de la apuesta que ha hecho el Bayern, líder destacado de una Bundesliga que retoma hoy el pulso tras el parón invernal, y facilitar el relevo en el banquillo.