ALEMANIA: Neuer; Boateng, Hummels, Badstuber y Lahm; Khedira y Schweinsteiger; Müller (min. 90; Lars Bender), Özil (min. 66: Toni Kroos) y Podolski; y Gómez (Min. 79: Miroslav Klose).

PORTUGAL: Rui Patrício; Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves, Fábio Coentrao; Miguel Veloso, Rául Meireles (Silvestre Varela, Min. 79) y Joao Moutinho; Nani, Hélder Postiga (Min. 70: Nélson Oliveira) y Cristiano Ronaldo.

Gol: 1-0: Min. 72; Mario Gómez de cabeza.

Árbitro: Stéphane Laurent Lannoy (Francia). Amonestó a Hélder Postiga (min. 13), Fábio Coentrao (min. 60) por Portugal, y a Badstuber (min.43) y Boateng (min. 69) por Alemania.

Incidencias: Primer partido de Alemania y Portugal del grupo B de la Eurocopa disputado en el Arena de Lviv (Ucrania) ante unos 30.000 espectadores, lleno.

bilbao. De vísperas, el seleccionador Paulo Bento quiso ir más allá de la dimensión lúdica del partido. Esperaba, dijo, que el equipo portugués derrotara al germano, sobre todo para que el sufriente pueblo que les siguen con devoción pudiera olvidarse un rato de las penurias económicas, que aprietan y también ahogan, y llevarse al cuerpo un calambrazo de orgullo patrio. Pan y circo pensó Paulo Bento, y más si quien baila al son de un cadencioso fado es la Alemania del ordeno y mando, los dueños del cotarro económico.

Además, ¡tenemos a Cristiano Ronaldo en nuestro bando!

Y ni por esas. Ronaldo fue precisamente quien sufrió de profunda melancolía, se ausentó del partido y cuando quiso meterse en él para salvar la honra portuguesa fue demasiado tarde, sobre todo porque entonces faltó un soplo de buena suerte.

A partir del minuto 74, tiempo en el que cayó el gol de Mario Gómez en el zurrón alemán, Portugal sí tuvo determinación y arrojo para sacudirse por completo sus complejos y para poner cerco al marco defendido por Manuel Neuer, a quien sin embargo no acertó a batir, pese a las ocasiones que hubo.

Paulo Bento, sobre todo, pudo haber puesto de su parte algo más para ganar el partido. Por ejemplo, no especular con la transcendencia del encuentro inaugural y los miedos que provoca, e ir de frente contra Alemania, que tampoco hizo nada del otro mundo, según se pudo constatar durante el choque, probablemente porque también prefirió apelar a la prudencia, y más sabiendo que en el otro encuentro del Grupo B Dinamarca había dado la sorpresa derrotando a Holanda.

Quiere decirse que el llamado grupo de la muerte se ha puesto la mar de interesante, y a poco que se descuide alguno, o no desplieguen toda su ciencia futbolística, Portugal y Holanda, dos de los favoritos, pueden irse de patitas a la calle en la primera fase de la Eurocopa de Polonia y Ucrania.

Mario Gómez estuvo sobre el terreno de juego 79 minutos, cuando fue sustituido por el viejo rockero Miroslav Klose. Durante ese tiempo contabilizó dos remates. El primero, orientado pero sin pólvora, lo detuvo Rui Patricio. El segundo fue de los que define al delantero centro fetén, porque Mario Gómez atacó con decisión un balón que cayó en el área lusa como llovido del cielo, adelantándose a Pepe y Joao Pereira, y su remate de cabeza, picado, sirvió para darle la victoria a Alemania.

a la desesperada A partir de ahí, Cristiano Rolando reaccionó con un disparo raso y duro que Neuer despejó con dificultad en el minuto 81. Dos minutos después Nani envió la pelota contra el larguero en un centro-chut desde el flanco derecho del ataque portugués; seguidamente, Neuer hizo gala de reflejos para salir rápido, hasta atrapar con la entrepierna un remate a bocajarro de Nelson Oliveira, que había sustituido al ineficaz Helder Postiga un cuarto de hora antes. Ya en el último suspiro, con toda el equipo portugués buscando desesperadamente el empate, Badstuber interpuso su corpachón entre Nani y el gol.

Portugal llegó al eléctrico final porque antes, y contrariamente a lo que había anunciado, Paulo Bento quiso saber poco de la pelota. Prefirió resguardarse ante la supuesta superioridad germana y fiar su suerte en algún rápido contragolpe, más teniendo en sus filas a un hombre tan fiable como Cristiano Ronaldo. Con cuatro atrás y Miguel Veloso, el medio centro, próximo a los centrales y recosida la línea de contención con Joao Moutinho y Raúl Meireles, Portugal enredó a Alemania, donde el talento de Mesut Özil resultó insuficiente para diseñar una ruta clara en la búsqueda del gol. Hubo algunas, pero Podolsky lanzó el balón a las nubes tras un preciso pase del centrocampista madridista y Müller en otra remató mal el balón, cuando tenía en franca posición a Gómez.

Con esta factura de partido, Cristiano Ronaldo tardó diecisiete minutos en tomar contacto con el balón. Apenas una cabalgada por la banda derecha y un centro raso al área para nadie, porque nadie siguió su estela. Impotente, como desganado, la estrella del Real Madrid se situó entre líneas, y acabó emboscado, barrido, sin protagonismo alguno.

Alemania intensificó su acoso, aunque sin intimidar la meta de Rui Patricio, y fue Pepe quien al borde del descanso tuvo el gol con un templado disparo hacia la escuadra que encontró la madera del larguero.

En la segunda parte Portugal tomó la iniciativa del juego, pero se quedó en un esbozo. Alemania retomó el mando, aunque sin alardes, hasta el gol de Gómez. Entonces Ronaldo y los suyos no tuvieron otra. Entonces descubrieron que podían, y la suerte les volvió la espalda.