lviv (ucrania)

alas obvias discrepancias en los pronósticos del Alemania-Portugal de anoche, las aficiones alemana y portuguesa coincidieron en señalar a un unánime protagonista, aunque por motivos opuestos: Cristiano Ronaldo.

Los hinchas de ambos países pasearon ayer por el centro de la monumental ciudad ucraniana de Lviv horas antes de asistir al debut en el Europeo de dos de las mejores selecciones del torneo y presintieron distintos marcadores.

Con un claro dominio germano (se estima que habrá unos 10.000 alemanes frente a 5.000 portugueses), los aficionados de La Mannschaft irradiaban optimismo y apuntaban al astro del Real Madrid Ronaldo como el villano del encuentro.

"Volverá a llorar como en la final del Europeo del 2004", declaró el alemán Friedich, que vino de Hamburgo con un grupo de amigos. A la postre, y dado el resultado, tuvo razón.

El joven pronosticó un contundente 4-0, mientras que su colega Pionn esperó otro contundente marcador, 3-1, con el medio del Bayern de Múnich Bastian Schweinsteiger, verdugo de los portugueses en el mundial del 2006 y la Eurocopa del 2008, como principal figura.

La agradable Lviv, una urbe de unos 650.000 habitantes considerada el centro cultural de Ucrania, registraba un notable tránsito de aficionados, pero pocos alemanes y lusos.

Camisetas amarillas de los anfitriones ucranianos, las azules de Italia y las blanquiazules de Grecia salpicaron de color los alrededores del Ayuntamiento, un neoclásico edificio Patrimonio de la Humanidad; de la mágica plaza Rynok, antiguo germen de la ciudad medieval; y de los imponentes templos ortodoxos y católicos.

Aunque en clara minoría, los portugueses no perdían el optimismo. Venido de Lisboa, Pedro Coelho preveía que Ronaldo sería el mejor jugador en el pequeño Arena Lviv, con capacidad para 30.000 espectadores, pero no estuvo muy acertado en sus pronósticos. Dicho de otra manera, Ronaldo defraudó.

"1-0 con gol de libre directo de Ronaldo", aseveró Coelho, quien respondió a las lágrimas del capitán luso esperadas por los teutones con la lógica propia a los momentos antes de un partido. "Vamos a ver, pero lo mismo son ellos (alemanes) los que acaban llorando".

Otro hincha portugués, procedente de Oporto, pronosticó un 3-1 para las quinas con dos goles del astro del Real Madrid, uno de cabeza y otro penalti. "Es para resarcirse de los últimos errores", dijo entre risas.

Sin embargo, Alberto Días, portugués emigrante en Río de Janeiro desde 1959, estima que la victoria lusa será apenas por 1-0: "Hoy Ronaldo no llorará", sentenció.

Del choque entre ambas selecciones también se desprende una cierta rivalidad en el campo económico. La Europa del norte rica, contra la del sur en dificultades.

"El fútbol es de las pocas actividades que podemos competir con los alemanes. (Una victoria) No resolverá los problemas de nuestro país, pero por lo menos los disminuirá o camuflará", arguyó ayer el seleccionador luso, Paulo Bento.