bilbao. La selección española prepara sin sobresaltos su debut de mañana ante Italia que, por el contrario, trata de aislarse de la polémica que la rodea. Los jugadores de Vicente del Bosque tienen que responder ante el par de centenares de periodistas acreditados para seguir sus andanzas a cuestiones relacionadas con la Eurocopa y con sus respectivos clubes. Gerard Piqué no esquivó ayer ninguna y después de asegurar que con Sergio Ramos, su compañero en el centro de la defensa, "hay buen rollo y las cosas se sacan de quicio", dejó claro que a él le agrada la condición de favorito que muchos han colgado a España para el torneo.

"Lo de ser favoritos a la gente no le gusta, pero a mí particularmente sí. Si nos ven así es porque tenemos equipo para ganar. La gente no es tonta", apuntó el jugador del Barcelona. Piqué no desprecia "ser el centro de las miradas" y acepta de buen grado la presión añadida que provoca "porque la tenemos igualmente en nuestro club y estamos acostumbrados a ella".

Todo esto no quita para que los españoles aguarden el choque ante Italia con toda la precaución posible. "Cuando Italia es más peligrosa, donde le gusta moverse, es cuando parece que está descentrada y que se puede ir a las primeras de cambio", advirtió Gerard Piqué, que está "convencido" de que la selección azzurra va a pelear por el campeonato porque "Italia es una de las grandes de Europa y del mundo".

En la trinchera italiana, se muestra máximo respeto también a un rival que "juega de memoria", según Giorgio Chiellini. El defensa de la Juventus lanzó un mensaje desconcertante, tratándose de Italia: "No esperaremos en defensa para salir a la contra porque ese no es nuestro estilo. Trataremos de respetar a nuestro rival e intentaremos hacer lo que hemos hecho en los dos últimos años: jugar un buen fútbol".