La 'Araña Negra' recogió lo que Franco no quiso
bilbao. La primera Eurocopa, que nació el mismo año que Maradona, fue una anécdota en sí misma. El francés Henri Delauney había inventado un torneo que cubriera el vacío entre los Mundiales, a la manera de la Copa América que llevaba disputándose desde la segunda década del siglo XX. No era una buena época para aunar voluntades ya que Europa estaba en plena Guerra Fría, dividida en dos bloques irreconciliables por una tensión política que afectó al desarrollo del torneo.
17 selecciones pusieron en marcha la Eurocopa en formato de eliminatorias. En cuartos de final, España tenía enfrentarse a la Unión Soviética a doble partido. Pero el dictador Franco se negó a que "ningún comunista pisara suelo español". Lo tenía difícil para evitarlo porque ocho países del bloque del Este se apuntaron a un torneo que rechazaron Italia, Alemania Federal o Inglaterra. A la hora de la verdad, pese a los intentos de los dirigentes de entonces por llegar a un acuerdo, el equipo de Helenio Herrera, después de varios días concentrado, no viajó a Moscú y perdió la oportunidad, quién sabe, de sumar su primera Eurocopa.
Por primera vez se habían juntado los galácticos de la época -Di Stefano, Kubala, Gento, Suárez, Rial...- y la selección española era clara candidata a llevarse el título. Pero la política se interpuso -"eran órdenes de arriba y no había nada que hacer", recuerda Luis Suárez- y ese duelo tuvo que esperar cuatro años. "El régimen fascista español tenía miedo al equipo del proletariado soviético", denunció el diario Pravda.
Ponedelnik marcó el gol que dio el título a la URSS ante Yugoslavia en el Parque de los Príncipes de París, pero esa Eurocopa fue el inicio de la leyenda de Lev Yashin, la Araña Negra. El portero soviético permitió llegar a su equipo llegar a la prórroga con sus intervenciones y Ponedelnik selló el triunfo de una de las mejores selecciones de la época. A la otra, Franco la dejó en el camino.