MADRID. El Real Madrid busca diezaños después regresar de la mano delportugués José Mourinho a una finalde la Liga de Campeones, con la obligaciónde vencer en un ambiente denoche europea en el Santiago Bernabéupara alcanzar la final deMúnich, que espera al equipo máslaureado o al anfitrión, un Bayernque afronta el momento por el queapostó a todo o nada su campaña. Laimagen de Juanito en un tifo giganteenunfondo del Bernabéu; el vídeoemotivo de Zinedine Zidane, héroede la Novena y las declaraciones deIker Casillas y Cristiano Ronaldo.ElReal Madrid pide a su afición que déel máximo en un día clave, que marcael éxito de una temporada, y lagrada del Bernabéu será por un díauna olla a presión.
El perfecto camino hacia la final delAllianz Arena tuvo un traspié en laida de la semifinal. Lo mismo queocurrió en el primer año deMourinho en el Madrid. En aquellaocasión, rodeado de polémica, fue delocal ante el Barcelona. Ahora, antela derrota en Múnich (2-1), le bastacon ganar en su estadio para dar unpasomásenla recuperación del prestigioperdido tras seis años sin avanzarde octavos de final. Mourinho hafrenado la euforia que se apoderó desu vestuario tras dar un paso degigante hacia la Liga en el CampNou. El triunfo ante el gran enemigo,el Barcelona, no solo sitúa la Ligaen su bolsillo, sino que es un impulsomoral antes de una final como laque disputa ante el Bayern.
A la hora de la verdad, el portuguésse ha olvidado de rotaciones y cansancios.Apuesta por un mismo onceen los últimos partidos y enla previade la semifinal solo un cambio se perfila,la posible entrada de Marcelopor Fabio Coentrao, que fue uno delos futbolistas más reforzados en elclásico por su marcaje a Dani Álvesquitándose la espina del gol del triunfodel Bayern en un error en sudefensa en el último minuto.
El Real Madrid necesita marcar ylo ha hecho en todos los partidos.Losnúmeros juegan a su favor, aunquede poco le sirven a Mourinho. Delocal, en la Liga de Campeones, haganado diez de sus últimos once partidosy ante equipos alemanes subalance es de 17 victorias, tres empatesy dos derrotas. Aunque en estaocasión tendrá que rememorar laúltima ocasión que volteóun2-1, graciasa los goles de Zidane y Guti, y nopensar en malos recuerdos de unduelo convertido en clásico del fútboleuropeo.En 19 enfrentamientos,el Bayern venció en once y el RealMadrid en seis. Necesita el séptimopara avanzar a la final.
Es el mismo objetivo con el que llegaaMadrid el Bayern, que se juegatoda su temporada a una carta, en lacompetición en la que depositó todassus esperanzas, con el deseo de ser elprimer club de la historia que ganael título ensuestadio.Es la vuelta deltécnico que dio la Séptima Copa deEuropa al madridismo: JuppHeynckes. En su vestuario hay unamezcla de motivación y tensión. Laconsigna parece ser entrar en el campoesperando que el Real Madrid salgaa jugar al ataque, dejándole a losbávaros posibilidades de contragolpe,para lo que cuenta con la velocidadde Ribery y Robben. En lo personal,la gran duda es si Heynckesalineará como titular al centrocampistaBastian Schweinsteigerquien, pese a haberse ya recuperadode su lesión, en el partido de idadio muestras de que todavía no estáen plena forma. El Allianz espera alequipo más laureado de Europa, elReal Madrid, o al anfitrión. >EFE