BILBAO. España, vigente campeona, puede darse por satisfecha tras quedar emparejada junto a una Italia en reconstrucción, Irlanda y Croacia en una primera fase en la que disputará todos sus partidos en la ciudad polaca de Gdanks, célebre por sus astilleros y por el sindicato Solidaridad de Lech Walesa, primer presidente electo del país tras desligarse del eje comunista. El grupo de la muerte deparó esta vez el cruce entre la Alemania de Özil y Müller, la Portugal de Cristiano Ronaldo y la subcampeona mundial, Holanda.
Grupo A
Al son de la exitosa herencia helena y el renacimiento ruso
Polonia tratará de sorprender apoyada en la tripleta que forman los jugadores del Borussia de Dortmund Lewandowski, Blaszczykowski y Piszczek, aquí a las órdenes de Smuda. Pero no lo hará en armonía, debido al escándalo de corrupción en la organización del evento. Grecia pretende demostrar que hay vida tras Rehhagel, quien le hizo campeona en Portugal 2004. Su reciente fase clasificatoria fue encomiable, con Samaras y Karagounis llevando la batuta y el delantero Charisteas como gran héroe tras su ausencia en el Mundial. Tras la debacle en Sudáfrica, Rusia se rehizo de la mano de Advocaat, cuyo destino está ligado a los Arshavin, Pavlyuchenko y Pogrebnyak. En la República Checa los veteranos Cech, Rosicky y Baros son los únicos que resisten al cambio generacional de Michal Bilek.
Grupo B
Özil desafía a Cristiano Ronaldo con el beneplácito de Huntelaar
Ávida de olvidar el Iniestazo, Holanda firmó el billete a lo grande con un explosivo Huntelaar (12 goles). Van Marwijk busca nuevos talentos como De Jong o Wijnaldun a pesar de contar con Sneijder, Van der Vaart, Van Persie, Kuyt y Robben, entre otros. Mientras, Alemania está llamada a ser quien acabe con la hegemonía de España para así desquitarse de su mala racha, al no haber ganado un gran entorchado desde la Eurocopa de Inglaterra'96. Löw ha perfeccionado la revolución de Klinsmann: los valores tradicionales de fuerza y verticalidad han dado paso a un juego más elaborado que busca estar más en contacto con el balón. También insufla el míster calidad fresca con gente de la talla de Höwedes, Reus o Guendogan, además de disfrutar de los emergentes Özil y Götze, y de los ya consagrados, como Klose y Mario Gómez. Portugal sufrió para alcanzar el pase, liderada por Cristiano Ronaldo y por Nani. Discutido el seleccionador Paulo Bento; Meireles, Postiga y Quaresma tienen que relanzar a los lusos. La cenicienta parece ser Dinamarca, bajo la dirección de Morten Olsen desde hace una década, con pinceladas de buena técnica y con el punta del Sunderland Nicklas Bentdner como estrella.
Grupo C
La rocosa Italia y el toque croata frente al modelo más envidiado
España defenderá un modelo envidiado para revalidar el título alcanzado en Viena. Con los jugadores y la filosofía del Barcelona como eje central, debe aparcar los pecados que ha cometido en los amistosos desde que atrapó la corona mundial para confiar Del Bosque en la generación de los Casillas, Ramos, Xabi Alonso, Piqué, Xavi, Iniesta, Silva y Villa, amén del superviviente Puyol y de la duda en la delantera. Los rojiblancos Javi Martínez y Fernando Llorente parecen seguros en la lista, que presenta la incógnita de si dar confianza a Torres, o apostar por Soldado o Negredo. Por su parte, Prandelli ha tersado a Italia, antes arrugada con jugadores pasados de rosca y pesarosos. Su equipo, que no despliega un juego demasiado atildado, es de lo más práctico, estupendo en la fase defensiva -en clasificación solo encajó dos goles, menos que ningún otro- y resultón en el área adversa, con delanteros oportunos. Con Rossi en el dique seco por una rotura de ligamentos y Cassano recién operado del corazón, quizás haya llegado la hora del díscolo Balotelli, que ha engordado de lo lindo en el Manchester City a base de goles y actuaciones encomiables. Croacia es una selección capaz de vencer al más pintado, con buen toque y mejor definición. Tiene en su técnico a todo un cerebro, Slaven Bilic, licenciado en derecho, embajador de UNICEF y rockero hasta el punto de que compuso el himno de la selección croata. Modric es su extensión sobre el verde. Equipo físico y aguerrido, es el ingeniero, el que construye y da el último pase, además de poner de vez en cuando el desequilibrio. El gol corre por parte de Eduardo, brasileño nacionalizado, y Olic. Con Pletikosa en la portería, solo la defensa ofrece más dudas de las permitidas. La República de Irlanda, entrenada por el veterano Giovanni Trapattoni (73 años), se levanta con jugadores que militan mayoritariamente en la Premier. El gran referente sigue siendo el mismo que en la última década, Robbie Keane, recientemente campeón de la Liga estadounidense junto a Beckham.
Grupo D
'Ibra' no debe ser amenaza para dos grandes en reconstrucción
La coorganizadora Ucrania desea despedir a Shevchenko de la mejor manera. Otra leyenda de su país, Oleg Blokhin, Balón de Oro en 1975, es su seleccionador. Suecia espera una explosión de su capitán, Zlatan Ibrahimovic, aunque Erik Hamren haría bien en tener más fe en Toivonen. Francia no puede ir a peor y, tras el fiasco en Sudáfrica, Laurent Blanc otorgó un aspecto familiar al colectivo, con la irrupción del mediocentro del Rennes Yan M'Vila, de 21 años, y piezas codiciadas como Benzema. Por su lado, Inglaterra parece haber encontrado la coherencia en su estilo y puede presumir de haber batido, con suerte, a España en Wembley. Pero los viejos hábitos siguen presentes como una amenaza. Emergen Phil Jones, Welbeck y Walker; el citizen Hart se ha confirmado como buen guardameta con la confianza de Capello, aunque el técnico italiano tendrá que ingeniárselas de salida ante la baja de Rooney en los tres primeros partidos por sanción.