El Madrid se sacude sus fantasmas
Siete años después, los blancos superan una ronda europea y se meten en cuartos
REAL MADRID: Iker Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Khedira, Xabi Alonso; Di María (Min. 78, Granero), Özil, Cristiano Ronaldo (Min. 74, Adebayor); y Benzema (Min. 86, Lass).
OLYMPIQUE LYON: Lloris; Réveillère, Cris, Lovren, Cissokho; Toulalan, Källström; Briand (Min. 46, Gomis), Gourcuff (Min. 69, Pied), Delgado (Min. 80, Pjanic); y Lisandro.
Goles: 1-0: Min. 37; Marcelo. 2-0: Min. 67; Benzema. 3-0: Min. 76; Di María.
Árbitro: Damir Skomina, esloveno. Amonestó a Pepe, Carvalho, Gourcuff y Cissokho .
Incidencias: Unos 78.000 espectadores en el Santiago Bernabéu. Al término del partido los jugadores del Real Madrid se enfundaron camisetas blancas con la inscripción "Ánimo Abidal".
Ida: Olympique Lyon, 1; Real Madrid, 1.
Clasificado: Real Madrid.
madrid. El Real Madrid destrozó la maldición de octavos de final que le asolaba en las seis últimas temporadas y con el toque de entrenador de José Mourinho demostró que ha aprendido a competir, aguantó en pie los momentos de tensión ante el Olympique de Lyon, y acabó goleando 3-0 al equipo galo.
El Bernabéu pasó del silencio estremecedor en el minuto guardado por las víctimas en Japón a un ambiente intimidador. Duró poco, lo que tardaron en aparecer fantasmas del pasado. Hay miedos que se instalan en las cabezas de los jugadores. Años sin ganar una eliminatoria se plasmaron en momentos de duda. Seis temporadas de sonoros fracasos significan un peso difícil de quitar.
Regresaba el icono del equipo. Cristiano Ronaldo saltó al césped sin estar al cien por cien. Su presencia era clave para Mourinho. Es un factor intimidatorio. Aporta tanto en lo individual que por el camino no importa renunciar a un estilo. Sin él, el Real Madrid juega más en equipo. El fútbol pierde elaboración.
El Lyon no se iba a dejar avasallar. Demostró empaque. Con un buen posicionamiento, adelantó metros y se adueñó del balón. Generó inquietud a un Bernabéu que tiene en la retina recientes descalabros. Tanto que los dos diablos ofensivos, los argentinos Delgado y Lisandro, comenzaron a crear nerviosismo en los centrales. Pepe (sobreexcitado en los partidos claves) y Carvalho vieron cartulinas amarillas.
La tensión afeó el espectáculo. El escenario favorecía al equipo de Mourinho. Debía manejar los tiempos y supo golpear en un momento clave. Un gesto de calidad de Özil y un cambio de juego encontró a Cristiano en la única vez que se marchó por velocidad. Su disparo fue un aviso a Lloris.
Era el momento en que debía aparecer un líder. Y fue Marcelo el que acaparó el protagonismo. El heredero perfecto de Roberto Carlos. Conectó con Cristiano, se adentró en el área, recortó con frialdad con la pierna derecha y con la izquierda superó a Lloris. El Bernabéu respiró al unísono. Los jugadores mostraban un cambio a la hora de la verdad. Siete años sin ganar una eliminatoria en Europa. Era el momento de cambiar la historia. Y pudo sentenciar el duelo antes del descanso. Con el Lyon tambaleándose. Con Marcelo en todas partes. Un nuevo centro suyo lo enganchó Benzema para que lloris se luciese.
En la reanudación supo manejar los tiempos el equipo de Mourinho. Arriesgó el Lyon, dando entrada a Gomis. Obligado a marcar dejó huecos en defensa. Era su sentencia de muerte. Dos cabezazos de Cristiano -no estaba para más-, un disparo con buenas intenciones de Özil y la sentencia de Benzema.
Un grave error en la salida de balón del Olympique dejó a Benzema en un mano a mano ante Lloris. En su momento más dulce no desaprovechó el regalo. Fue el jugador clave de la eliminatoria tras marcar en los dos partidos.
Di María, trabajador toda la noche, se sumó a la fiesta con el tercero. El primer reto de la temporada estaba conseguido. El sueño de la Décima vuelve a latir en el Bernabéu.