"Parece que hemos perdido los frenos traseros", reportó Fernando Alonso por radio. Corría la vuelta 33 del Gran Premio de Bahréin, donde dos temporadas después el bicampeón regresaba a la Fórmula 1. Tras esas palabras, su equipo le mandó poner rumbo al garaje, donde se acabó la primera experiencia del asturiano con el monoplaza Alpine. El abandono pareció devolver a Alonso al final de su etapa anterior en la Fórmula 1, cuando corriendo para McLaren no terminar las carreras era un hábito. Los fantasmas del pasado se citaron en el circuito de Sakhir.

Según ha informado el equipo Alpine, los problemas del coche de Alonso fueron ocasiones por el envoltorio de plástico, que se coló en los conductos de freno. "Después de la segunda parada -fue en la vuelta 26 de las 56 previstas-, un envoltorio de un sándwich quedó atascado en los conductos de freno traseros, provocando altas temperaturas y dañando el sistema de frenado", ha explicado el director técnico de Alpine, Marcin Budkowski, quien añadió que el abandono fue "por motivos de seguridad".

Si bien, ahora también se sabe que el monoplaza de Alonso también padeció otro tipo de problema previo al de los frenos. "Tras la primera parada -vuelta 12-, tuvimos un problema que nos obligó a reducir el rendimiento del coche", ha comentado Budkowski, sin especificar a qué tipo de problema se refería.

Sin embargo, Alonso, ante los micrófonos de DAZN y nada más concluir la carrera, sí concretó de qué se trataba. "Los frenos han sido la causa del abandono, pero también teníamos problemas con las baterías en la recta", especificó. La falta de potencia se hizo evidente en un adelantamiento de Lance Stroll y su Aston Martin sobre el Alpine del oventense.

"Fue una pena, teniendo en cuenta lo sólido que se estaba mostrando Fernando hasta ese momento", ha concluido el el director técnico de la escudería francesa. Y es que Alonso, que partió desde la novena posición, completó una buena salida y ganó una plaza. En el transcurso de las primeras vueltas, el asturiano llegó a ascender hasta la séptima posición, siendo su objetivo acabar en la zona de puntos. Pero finalmente los problemas arruinaron su regreso a la Fórmula 1. Cabe recordar que su compañero de equipo, el francés Esteban Ocon, arrancó desde la decimosexta pintura y finalizó en la decimotercera posición.

Alpine y Alonso tuvieron motivos para lamentar la puesta en escena, pero también hubo argumentos para el optimismo. Al asturiano no se le vio fuera de tono, a pesar de sus dos cursos apartado del Gran Circo. Ambicioso como es, al concluir la cita inaugural aseguró: "Tengo mucho margen de mejora". Aunque admitió que "tenía ganas de acabar la carrera". Le hubiera venido bien, con independencia del resultado, para seguir completando su proceso de adaptación al monoplaza y a esta F-1 en la que ahora corre.