En una campaña electoral en absoluto anodina para lo que se esperaba, dada la tradicional desmovilización que caracteriza a las elecciones europeas, los dos principales partidos en el Estado, PP y PSOE, dejaron ayer estos comicios vistos para sentencia con las espadas en alto y sus discursos muy definidos, por reiterados. Los populares no se quitaron a Begoña Gómez de la boca y al menos media docena de dirigentes del partido, espoleados por la acción de un juez de Madrid, hicieron referencia a la actividad profesional de la mujer del presidente español, Pedro Sánchez. Por su parte, los socialistas azuzaron el miedo al auge de los extremismos, un fenómeno en el que situaron a PP y Vox en la misma longitud de onda y con la particularidad de la “máquina del fango” y los bulos que ha venido denunciando Sánchez por los reiterados ataques a su esposa.

“Yo lo tengo muy claro, nos atacan porque defendemos lo que defendemos y hacemos lo que hacemos desde el Gobierno de España, no soy ingenuo”, afirmó el líder del PSOE. Llamó al voto a los jóvenes porque “saben lo que nos estamos jugando”; a las mujeres “para frenar este avance reaccionario del PP con Vox”; y a las personas mayores porque, según dijo, son las que sufren en primera personas las consecuencias sociales de los gobiernos de derechas.

Se refirió también al vídeo difundido por el PP en redes sociales en el que este partido insta a “desempatar” y aseguró que “hace un mes Feijóo y el PP dijeron vamos a arrasar al PSOE, y hoy están en vamos a empatar. Pues nosotros estamos preparados para ganar y es lo que vamos a hacer”. En un mitin celebrado en el claustro de la Escuela Julián Besteiro de UGT, en Madrid, Pedro Sánchez admitió que tiene “buenas vibraciones” para el 9-J y concluyó afirmando que “quien pueda votar, que vote al PSOE para ganar a la derecha y a la ultraderecha”.

Por su parte, Alberto Núñez Feijóo hizo un llamamiento al voto útil para “iniciar un nuevo momento político”, por lo que “o votamos al PSOE o votamos al PP”. Y es que advirtió de que “cualquier voto que no sea al PP le servirá de maquillaje al Partido Socialista”. Sobre el punto de ruptura que pueden suponer estos comicios, dijo que “lo iniciamos con la Transición, lo iniciamos con Adolfo Suárez, lo iniciamos con Felipe González, lo iniciamos con José María Aznar, lo iniciamos con el presidente Rajoy y ahora toca iniciar un nuevo momento político”. Pidió por ello en un acto en Barcelona “no caer en la trampa de dividir” el voto y concentrarlo en su partido para golpear con más fuerza a Sánchez.

Sobre la posibilidad de que las acusaciones contra Begoña Gómez y la denuncia del PSOE de lawfare beneficien a este partido, Feijóo cargó contra ellos por “presumir de la presunta corrupción que le acecha” cuando, según dijo, “el futuro del Gobierno está en manos de la Justicia”. Les recriminó que crean que “hacer apología de la corrupción les puede venir bien para conseguir votos” y alegó que “la corrupción debería ser una vergüenza para todos”. “Cuando el futuro del Gobierno de España está en manos de la AN, de los juzgados de instrucción y de la Fiscalía Europea, entramos en una situación de emergencia”.

Fango y bulo

Sobre las cabezas de lista del PSOE y PP, la candidata socialista, Teresa Ribera, compartió las buenas vibraciones que aseguró sentir Sánchez y dijo que “me siento enormemente positiva y con enorme fuerza”. Agregó que “Feijóo ya ha perdido, ayer aspiraban al empate. ¿Dónde están los 10 puntos de ventaja que nos tenían hace meses?”. La también ministra de Transición Ecológica finalizó su discurso pidiendo “que se active la reflexión de quien todavía está dudando”.

La popular Dolors Montserrat advirtió de que el PSOE y el Gobierno tienen tics peligrosos de populismo, y aseguró que “votar al PSOE es votar corrupción”. “Han activado el argumentario monclovita, de fango y bulo, para tapar todo lo que tienen encima”, denunció. “Votar al PSOE es votar contra el Estado democrático”, concluyó, por lo que llamó a decir “basta ya” en las urnas.