El gusto por comer y beber bien es una seña de identidad y un bien cultural tanto en Euskadi como en Navarra, dos comunidades privilegiadas en materia gastronómica y alimentaria. Dada su importancia, el sector de la cadena de valor de alimentación, que en la CAV representa el 10,7% del PIB y supone un 14% del PIB en Navarra, se aborda desde un plano estratégico. Así, concentra sus esfuerzos en las 4S de la gastronomía vasca: segura, saludable, singular y sostenible. En concreto, así se refleja en la CAV en el Plan Estratégico de Gastronomía y Alimentación de Euskadi 2020 (PEGA) elaborado por el Gobierno vasco y que trabaja en el desarrollo de toda la cadena de valor que engloba desde la producción de los alimentos hasta la hostelería y la restauración con la distribución y comercialización como dos ejes relevantes.

A esto se suman aquellas empresas que dan servicios, proporcionan equipos para la industria agroalimentaria, centros tecnológicos de investigación, etc. Un gran conglomerado de empresas de toda índole, pequeñas y grandes, forman parte de este sector tan determinante en Euskadi.

Un panorama similar al de la Comunidad Foral. Es un sector que, aunque ha sufrido el impacto de la pandemia, ha sido uno de los que mejor ha aguantado la peor parte de la crisis del coronavirus ya que, pese a que el canal Horeca sufrió y sigue sufriendo importantes pérdidas, el incremento del consumo en el hogar mitigó la adversa situación. Horeca aglutina a hoteles, restaurantes y cafeterías, y se refiere a negocios de este sector, y permite a las empresas de alimentación, servicios y distribución catalogar de forma más detallada a una parte de sus clientes.

Generar empleo

Sin embargo, esta coyuntura ha servido para tomar conciencia de la importancia de la diversificación en diferentes canales como el e-commerce (comercio electrónico), o nuevos modelos de negocio como el delivery (reparto de comida a domicilio) para adaptarse a las circunstancias y a las necesidades de los consumidores.

La cadena de valor de la alimentación en Euskadi, desde la producción primaria hasta el consumo de alimentos, teniendo siempre el foco en las personas como pieza central de esta cadena, contribuye notablemente a la generación de empleo, al crecimiento económico y al desarrollo de una economía basada en el conocimiento, el respeto por las raíces y la sostenibilidad.

Todo esto sin dejar de lado la innovación y las nuevas tecnologías, claves para mejorar la eficiencia de los procesos de producción y comercialización y que permiten, entre otros aspectos, la reducción de costes, la trazabilidad integral y la información al consumidor.

Adaptarse a la situación

La agroalimentación también es un sector importante y de larga tradición en Navarra. Los cambios en los hábitos de consumo, así como en la distribución alimentaria y los exhaustivos protocolos de calidad y seguridad que se realizan dentro de la industria, han llevado a la Comunidad Foral a innovar para seguir creciendo.

La cadena de valor engloba desde la producción de los alimentos hasta la hostelería y la restauración

Su papel es fuerte en fabricación de conservas, frutas y ensaladas envasadas, verduras congelas, así como de productos y derivados del pato, entre muchos otros, y esto ha hecho que la industria agroalimentaria del territorio sea sinónimo de calidad. Cuenta con grandes empresas reconocidas a nivel internacional; cerca de unas 1.400, pero solo 350 exportan. En 2019 se alcanzó una cifra de 1.253 millones de euros solo en exportaciones. Por ello, puede concluirse que es un sector que goza de buena salud.

El sector agroalimentario se ha mantenido estable a lo largo de los años, así lo corroboran los principales indicadores macroeconómicos (facturación, PIB y empleo). Esta industria supone un 14% del PIB industrial de la región y ocupa el segundo puesto respecto a ventas, y cabe destacar que, incluso en época de pandemia ha ofrecido datos positivos. Si bien es cierto, por otro lado, que el tamaño y la productividad pueden limitar su competitividad.

Es importante ganar tamaño para ser competitivos, y agruparse en proyectos de interés común, que con una estrategia individual una empresa sola no podría abordar. Es el ejemplo de los clústeres de alimentación de Esukadi y de Navarra.

Con el objetivo de continuar creciendo, el gobierno navarro ofrece nuevas experiencias dentro del sector organizando eventos informativos anuales. Por ejemplo, el departamento de Medio Rural y Medio Ambiente colabora con el proyecto Orizont, una aceleradora de innovación de la industria que propone ideas de mejora para las empresas líderes y aumentar su competitividad para que desarrollen nuevos productos, servicios y estrategias más rentables.

Cada año se organiza una sesión donde se proponen retos de mejora para el desarrollo de actividades de algunas empresas reconocidas. Por otro lado, también destaca Ebro Food Valley, un proyecto Next Generation cuyo objetivo es liderar la modernización y transformación digital sostenible del sector agroalimentario español, alineado con los objetivos de la Unión Europea y del Estado.

AgroTIC HUB, la digitalización en Navarra y en la CAV

En el ámbito de agricultura e industria agroalimentaria, las instituciones presentaron a comienzos de año el proyecto AgroTIC Hub, liderado por el Clúster Agroalimentario de Navarra-Nagrifood (NAF), AGRI-SUD-OUEST (NOA) y la Asociación de Clústeres de Alimentación de Euskadi (EUS). El objetivo de la iniciativa, que ha logrado 52.212 euros, es apoyar la transformación digital de las empresas agroalimentarias de las tres regiones a través de la creación de un Hub (centro de conexión) de recursos transfronterizo que acerque las mejores soluciones innovadoras a las empresas, en especial a las pymes. Es decir, se trata de dar una respuesta a la necesidad de explorar nuevas vías con el objetivo de ayudar a las empresas ante la digitalización y compartir entre los diferentes subsectores de las tres regiones casos de éxito, así como tecnologías que se han podido aplicar en el entorno digital. En esta iniciativa pionera de apoyo a la cadena de valor en el sector alimentario se compartirán buenas prácticas, experiencias vividas y soluciones a problemas comunes.

En definitiva, AgroTIC Hub pretende poner en valor las mejores experiencias innovadoras de digitalización y las mejores tecnologías aplicadas en los distintos subsectores (ganadería, pesca, agricultura, transformados vegetales, transformados cárnicos, transformados lácteos, cereales, frutas€) para difundirlas entre las empresas de dichos subsectores de las tres regiones y acercar la oferta a la demanda, así como identificar nuevas aplicaciones TIC que pudieran dar solución a problemáticas compartidas. El proyecto se estructura en: Diagnóstico de situación sobre el nivel de digitalización del sector agroalimentario, Inventario, difusión e intercambio de buenas prácticas de digitalización, de proyectos a trabajar conjuntamente.