EL proceso para la posible investidura de Pedro Sánchez encara su momento decisivo. Aunque el candidato socialista dispone hasta el próximo 27 de noviembre como límite máximo, ya que a partir de esa fecha sin que se hubiera designado presidente del Gobierno español quedarían automáticamente convocada nuevas elecciones generales, todo parece indicar que tanto PSOE como Sumar quieren acelerar el desarrollo de los acontecimientos. Yolanda Díaz afirmó el sábado que la investidura de Sánchez se producirá “en breves días”, lo que sugiere que la intención de los socios es que tenga lugar la próxima semana. Sería deseable que hubiese un Gobierno lo antes posible para dotar de mayor certidumbre y estabilidad al país, pero más allá de las formaciones que lideran Sánchez y Díaz las cosas no está tan claras. Las escenificaciones que han tenido lugar en los últimos días indican que socialistas y Sumar quieren forzar la máquina en este sentido. El pretencioso acuerdo de gobierno firmado solemnemente el martes por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz es, sin duda, un punto de inflexión, como lo es –tras varios meses jugando con las palabras– la explicitación por parte del máximo dirigente del PSOE de su defensa de la amnistía para los líderes del procés como “única vía” para lograr un gobierno de progreso y para superar el conflicto en Catalunya. Pero estas dos cuestiones –el pacto PSOE-Sumar y la amnistía– son necesarias pero no suficientes. En primer lugar, el acuerdo suscita muchas dudas y recelos en Euskadi. Una vez más, los socios de gobierno han actuado por su cuenta, de manera bilateral y de espaldas a la realidad de un Estado no ya plurinacional, sino autonómico planteando cuestiones para las que no tienen competencias. Con ello, están agraviando, en un momento clave, a los partidos a los que, como el PNV, Junts y ERC, necesitan de manera imperiosa para formar la mayoría suficiente. De momento, y frente a la aparente euforia de socialistas y Sumar, los nacionalistas están expresando sus serias discrepancias y desconfianza hacia las pretensiones y la forma de actuar de Sánchez. El líder del PSOE aludió el sábado en el Comité Federal, respecto a la amnistía, a que hay que “hacer de la necesidad, virtud”. En efecto, pero tiene más necesidades que esa y necesitará desplegar más virtudes que hasta ahora.
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