Las redes sociales han vuelto a ser el escenario del nacimiento de un nuevo reto viral, tan absurdo como peligroso. En presuntas bromas grabadas, varios jóvenes estarían difundiendo vídeos en los que se lanzan o depositan heces en piscinas públicas, provocando el cierre inmediato de instalaciones y el riesgo de graves consecuencias sanitarias. Se trata de un reto que ya se expandió en las redes sociales en 2018, y se siguió haciendo desde entonces prácticamente cada verano.

Sopela y Orduña, los últimos casos

En las últimas horas, los Ayuntamientos de Sopela y Orduña se han visto obligados a cerrar temporalmente sus piscinas municipales tras detectar restos fecales en el agua. En dichas piscinas se ha puesto en marcha un protocolo de desinfección urgente, lo que ha obligado a cancelar actividades, entrenamientos y la entrada de decenas de familias a las instalaciones. En el caso de la piscina de Sopela, ya ha tenido que ser clausurada hasta nueve veces por este motivo en lo que va de verano.

Las piscinas de Orduña suman ocho episodios de defecaciones en el agua en el último mes Ayuntamiento de Orduña

Un fenómeno sin fronteras

Además de las mencionadas, el reto de defecar dentro de la piscina ya ha perjudicado a 300 piscinas por todo el Estado. Por ejemplo, a piscinas ubicadas en localidades de Albacete, Alicante, Cantabria (Tanos, Puente San Miguel y Los Corrales de Buelna), Salamanca, La Rioja y Valencia.

Un peligro para la salud pública

Este tipo de retos no solo son irresponsables, sino especialmente peligrosos para los niños, que son más vulnerables a infecciones y problemas gastrointestinales derivados del contacto con agua contaminada. Su sistema inmunológico, aún en desarrollo, puede reaccionar con mayor intensidad ante bacterias o parásitos presentes en el agua tras estos actos.

Además, en entornos de ocio como las piscinas, los pequeños suelen tragar agua accidentalmente, lo que incrementa el riesgo. Lo que parece una broma viral puede acabar con un niño en urgencias por una infección evitable.