CON objeto de conocer de forma exhaustiva cómo es la calidad de vida de las mujeres con enfermedad mental para acercar su respuesta a sus problemas y necesidades, Avifes (Asociación vizcaina de familias y personas con enfermedad mental), con el apoyo de BBK, ha elaborado y publicado #SupportingWomen, una investigación específica sobre este tema. Este estudio pretende “demostrar cómo la calidad de vida de estas mujeres se ve alterada en los diferentes ámbitos, etapas y dimensiones de su perfil e historia (a nivel personal, relacional, educativo, laboral, etc.), así como en la propia trayectoria y evolución de su enfermedad”, indica la gerente de Avifes, Itziar Ceballos.

La presentación de la investigación tuvo lugar el pasado 3 de mayo en el Bizkaia Aretoa, en un acto que contó con la asistencia de 150 profesionales del ámbito social, sanitario, de la igualdad, universitario y empresarial, así como de entidades sociales. Avifes estuvo también acompañada de una amplia representación institucional. Por parte del Gobierno vasco acudieron Emilio Sola, director de Servicios Sociales; José Antonio de la Rica, coordinador sociosanitario; e Izaskun Landaida, directora de Emakunde. La Diputación Foral de Bizkaia estuvo representada por Susana González, directora de Empleo, y Maite Iturrate, directora de Administración y Promoción Social. Representó al Ayuntamiento de Bilbao Itziar Urtasun, concejala de Igualdad. Y a la Red de Salud Mental de Bizkaia de Osakide-tza, Carlos Pereira, su director gerente. No faltó la presencia de BBK, entidad financiadora del proyecto, de la mano de Nora Sarasola, directora de Obra Social.

Ceballos fue desgranando en su presentación de la investigación los resultados de la misma así como los factores que los motivan y las conclusiones y propuestas en la respuesta que se da a las mujeres con enfermedad mental en la actualidad.

Entre las conclusiones del estudio destaca que la calidad de vida de las mujeres con enfermedad mental es más baja que la de otras personas, especialmente en todo lo relacionado con la dimensión de bienestar emocional. Ello derivado de los síntomas de la enfermedad mental, de su trayectoria marcada por esta, del estigma social y de sus vivencias en el núcleo de convivencia, que se caracterizan por la sobreprotección, la negación y la responsabilidad del cuidado y las tareas domésticas.

Triple discriminación El estudio aduce que la triple discriminación que sufren las mujeres con enfermedad mental (mujer, discapacidad y estigma relacionado con la enfermedad mental) provoca importantes diferencias en los resultados de calidad de vida. Ello respecto a otras mujeres (con y sin discapacidad) y, “por supuesto, con los hombres con enfermedad mental”. A este respecto, Ceballos explica que #SupportingWomen “demuestra que las mujeres con enfermedad mental tienen peores resultados en relación con otras mujeres sobre todo en dimensiones de bienestar emocional, relaciones interpersonales, desarrollo personal e inclusión social”.

Por su parte, el empoderamiento y la participación social de las mujeres con enfermedad mental es menor que en los hombres con esta enfermedad. Los condicionamientos sociales sobre la imagen, los escasos recursos y los factores añadidos de sobreprotección familiar y responsabilidades en las tareas del cuidado y hogar, crean un déficit en su participación. En este sentido, las participantes en la investigación confiesan que han tenido siempre miedo a expresar sus ideas “por el qué dirán o por lo que pensarán de mí”. “No me creía capaz de hacer muchas cosas, no me atrevía”, explicaron en la presentación del estudio, comentó una de las mujeres con enfermedad mental.

Esto hace que las mujeres con enfermedad mental tengan más dificultades que los hombres para acceder a los recursos especializados de salud mental. “El acceso tardío a los recursos de apoyo social de estas mujeres conlleva situaciones de desprotección y mayores dificultades para aceptar y entender su enfermedad y por tanto conseguir una estabilidad”, argumenta la gerente de Avifes.

Por otro lado, #SupportingWomen pone de manifiesto que las mujeres con enfermedad mental son más vulnerables a episodios de violencia de género. En muchas ocasiones no identifican o denuncian situaciones de maltrato, por las relaciones de dependencia que mantienen, por miedo a la soledad y al rechazo o a que no se les dé credibilidad. Según la OMS, tres de cada cuatro mujeres con trastorno mental grave han sufrido en algún momento de su vida violencia en el ámbito familiar o de pareja.

Medidas de mejora Vistos los resultados, desde Avifes se plantean algunas propuestas para mejorar la calidad de vida de las mujeres con enfermedad mental. Destacan el fortalecimiento y la creación de grupos y espacios de apoyo para empoderamiento de estas mujeres. “Queremos poner énfasis en crear espacios con un ambiente de confianza, con características de horarios y servicios concretos y con especial dedicación a mujeres con enfermedad mental que desempeñen roles de cuidadoras”, puntualiza la gerente de la asociación.

En cuanto a la violencia de género, Avifes propone “crear protocolos específicos para detectar estas situaciones”. Además, “se deben desarrollar formaciones para que estas mujeres sepan y puedan detectar situaciones de los diferentes tipos de violencia y agresores”, concretan.

Entre otras medidas resaltan las relacionadas con la mejora de las relaciones personales, la participación y la inclusión social. Por otra parte, en la mejora del bienestar material y el desarrollo personal, así como las del bienestar físico. “Nos gustaría promover redes de contacto y coordinación entre asociaciones, promover acciones de concienciación y sensibilización social. Pero también queremos incidir en la importancia del compromiso e implicación de las instituciones públicas”, subraya Ceballos.

Posteriormente se pudo charlar sobre la salud mental de las mujeres y acerca de las conclusiones de la investigación con tres mujeres firmes defensoras desde sus ámbitos profesionales de la igualdad entre sexos, como la escritora Toti Martínez de Lecea, la abogada y secretaria de la asociación de mujeres empresarias y directivas María Caballero, y la investigadora de la Universidad de Deusto Ana Vidu.