Es posible crecer económicamente y seguir avanzando mientras se cuida el medio ambiente que nos rodea. Un mantra que hace a gala Olga Martín como directora general de Aclima. El clúster ambiental de Euskadi del que se siente tremendamente orgullosa tanto a nivel personal como profesional.

En la celebración de estos 30 años de Aclima uno de los aspectos puestos en valor fue la colaboración público-privada para una industria más limpia. ¿Cómo valora Olga Martín esta unión?

Para todos los que formamos parte de Aclima es un orgullo que seamos ese nexo de unión que favorece la colaboración entre entidades públicas y privadas. Ten en cuenta que además, como parte de Aclima contamos no solo con nuestros 110 socios privados, sino también con 18 entidades públicas como son los ayuntamientos, diputaciones, el Gobierno Vasco… aparte de agentes clave del sector del conocimiento como centros tecnológicos y la educación como universidades. Esta unión que ponemos en valor y que ahora con la celebración de este 30 aniversario hemos puesto en alza nos sirve sobre todo para seguir avanzando en estos retos de desarrollo sostenible que perseguimos.

Uno de los principales papeles de Aclima es el de intermediario e interlocutor ante las instituciones públicas que van a nuestro lado desarrollando políticas y normativas de protección del medio ambiente (mientras se siguen avanzado en un desarrollo económico) y, al otro lado, las empresas que forman parte de nuestro clúster están convencidas de que la apuesta por el medio amiente y por la transición ecológica es también una apuesta por mejorar su negocio y por diversificar sus productos y servicios de una manera competitiva y global. En otras palabras, nuestra intención es tratar de ser proactivos en este sentido mientras ofrecemos un conocimiento que responde de manera capaz y coordinada a los problemas comunes que tienen los socios en su día a día. Pero, todo esto no sería posible sin el trabajo que hace todo nuestro equipo y las más de cien organizaciones que conforman Aclima, mientras ayudamos al sector público y otros sectores industriales en la integración del medio ambiente en las políticas que se van acometiendo.

¿Qué papel va a desarrollar el sector medioambiental en el futuro?

La gente puede confundirlo con una moda o una tendencia pasajera, pero nada más lejos. Actualmente estamos observando con satisfacción cómo el sector ambiental está en plena ebullición, por lo que las expectativas que tenemos en este sentido son más que positivas. Es un sector que crece, que cada vez genera más empleo (y de calidad), que va ganando terreno en todo el mundo con nuevos nichos de mercado y que además aumenta su facturación. A esto se suman las políticas y normativas que vienen de Europa, a raíz del Pacto Verde Europeo y del Pacto Industrial Limpio, y que en este mismo camino también están generando muchas des de negocio a través de proyectos de innovación, del fomento de la internacionalización… Si esto lo llevamos a nuestro terreno, a Euskadi, podemos decir que los retos a un futuro no muy lejano que se nos presentan son en la misma medida apasionantes, pero no están exentos de retos y exigencias que debemos ser capaces de acometer. Lo dicho, el sector ambiental lleva 30 años demostrando con argumentos que tiene solidez, experiencia, potencial y que es una interesante oportunidad en la generación de nuevos negocios, mercados y empleo.

“El sector ambiental lleva 30 años demostrando con argumentos que tiene solidez, experiencia, potencial y que es una interesante oportunidad de desarrollo económico"

A nivel de Europa ¿está preparada para alcanzar los objetivos que se ha propuesto en materia ambiental?

No vamos a mentir y decir que vamos a cumplir con todo lo que se ha marcado en las fechas de las que se hablan, sobre todo cuando en algunos casos ni se ha empezado a actuar… Pero, lo que sí se tiene claro desde Europa es que hemos tomado el camino correcto, que hemos apostado por un modelo económico más sostenible que nada tiene que ver con el anterior y que estamos ante una verdadera oportunidad de negocio que, por si fuera poco, además es respetuoso con el planeta. En este sentido, como clúster medioambiental estamos colaborando de manera estrecha con otros países y llegando a acuerdos (muchos de ellos en innovación) para seguir en este tren que no tiene intención de parar hacia un futuro mejor, más limpio, habitable y desarrollado desde el punto de vista de la sostenibilidad. 

¿El futuro del sector está en la doble transición: verde y digital?

Eso es. La tecnología y la digitalización son clave en este proceso de transición verde y ecológica dentro de este potente sector ambiental. En este sentido, esta vertiente más digital es vital para continuar, por la senda más comprometida, la herencia que nos dejó la industria del pasado que además nos legó un poso ambiental a tener en cuenta. Es por eso que, desde Aclima, estamos trabajando por un lado dando un impulso fuerte a la digitalización y las tecnologías con procesos, soluciones y proyectos de tinte sostenible y, por otro utilizando la explotación del dato, por ejemplo, para generar servicios avanzados en medio ambiente. De hecho, esta estrategia, Basque Environment 4.0, ha sido premiada como una buena práctica por la Unión Europea ya que han considerado que se está haciendo un buen trabajo al desarrollar proyectos de innovación verde y digital.

¿Qué oportunidades de negocio se abren en el sector del medioambiental?

Tenemos delante de nosotros un horizonte de oportunidad de crecimiento sin precedentes para nuestro sector, ligado a la implementación de la estratégica Green Deal en todas sus vertientes, donde la sostenibilidad es un eje clave y transversal para todos los sectores productivos y la sociedad en su conjunto. A esto podemos sumar también la puesta en marcha de estrategias europeas, todo lo relativo a las ayudas y fondos Next Generation, de los cuales, el 37% debe ir destinado a proyectos ambientales y de impacto climático positivo, la concienciación ecológica que poco a poco van teniendo los ciudadanos, el interés cada vez más creciente de las empresas tanto por la sostenibilidad como por todo lo que tiene que ver con la economía circular o el cambio climático y la calidad ambiental hacen que desde Aclima veamos un futuro lleno de oportunidades en este sentido. Sería una locura no aprovecharlo con todo lo que nos ofrece.

¿Cómo convencer a esos ‘reticentes’ que no conciben todavía una estrategia empresarial a través de la economía circular y la descarbonización para hacerla, además, más competitiva? Que se puede crecer económicamente, mientras se es sostenible.

Tenemos de todo como se suele decir. Empresas que no están del todo convencidas y creen que esto es solo una moda que, como otras, se pasará y otras que ya están viendo con buenos ojos la implementación del aspecto medioambiental en sus estrategias de desarrollo de negocio. Como hemos comentado antes, la industria que traemos del pasado nos ha permitido crear ahora un sector ambiental con empresas potentes y profesionales con mucha experiencia que tiene en mente soluciones ante los retos ambientales que se nos presentan.

También en el resto de los sectores económicos hay empresas que ya están viendo el aspecto de la sostenibilidad y la transición ecológica como una estrategia, por lo que se han puesto manos a la obra y están dedicando tiempo, esfuerzo y recursos a la descarbonización de su actividad, a la circularidad, alargando la vida de sus productos, apostando por el ecodiseño, buscando fuentes de energía más limpias, reduciendo emisiones… El objetivo de neutralidad climática ha venido para quedarse, así que nos tenemos que preparar para hacerlo realidad más pronto que tarde y como oportunidad de competitividad para las empresas y para Euskadi.

¿Cómo creéis que Euskadi puede ser líder en sostenibilidad a nivel global?

En Euskadi, como en buen parte de continente europeo no tenemos las materias primas en origen que sí tienen en otras partes del mundo, pero por otro lado tenemos la oportunidad de poder hacer algo con los residuos que generamos, a través de su valorización. Somos un país que genera seis millones de toneladas de residuos al año, de los cuales, para 2030, solamente un 15% podrá ir a eliminación en vertedero y estos mismos momentos está yendo un 37%; por tanto, es ahí donde tenemos la oportunidad de dar forma a una red de infraestructuras ambientales que nos permita valorizar esos residuos y generar una economía circular de país en este sentido. Consumimos, pues hagamos algo con todo esto que desechamos. Aquí encontramos un ámbito muy interesante para innovar en tecnologías de recuperación, impulsar un industria circular con empleo verde, generar cadenas de suministro locales, aportando un material nuevo, recuperado y de calidad a las empresas que puedan necesitarlo. Y los tenemos.

Además, no podemos olvidarnos de que debemos dar servicio a esa industria vasca que necesita que sus residuos sean tratados en un entorno cercano, minimizando su impacto ambiental, a un coste adecuado y con agilidad y seguridad, por lo que tenemos que impulsar la implantación de infraestructuras medioambientales.

Como ciudadanos… ¿estamos cada vez más comprometidos en el cuidado obligatorio que nos demanda el planeta en el que vivimos?

Los ciudadanos lo tenemos asumido y cada vez vamos haciendo más pasos en nuestro día para sumarnos a ese cambio y a esa revolución sostenible sobre todo en lo que al reciclaje y a la separación de residuos se refiere. En Euskadi hemos avanzado mucho en la concienciación y en la separación de residuos, pero aún nos queda dar pasos para lograr una mejor recuperación y valorización de estos y es ahí donde muchas veces no somos tan ecologistas o comprometidos ya que no queremos tener cerca de nuestras casas una depuradora de aguas o una planta de tratamiento de esos residuos que comentaba. No hace falta irnos lejos para ver infraestructuras vinculadas a una gestión segura y de valorización de los residuos que no se han podido implantar por presiones y decisiones sociales y políticas.

Si nos comprometemos debemos hacerlo en todo el proceso, no solo quedarnos en la separación de residuos domésticos que, por otro lado, también está muy bien. Aquí no cabe la técnica del avestruz y debemos saber que esa valorización de la cantidad ingente de residuos que generamos permite generar empleo, contribuir al crecimiento de la economía, impulsar el talento y las soluciones creativas y apoyar a otros sectores industriales alrededor de dicha valorización. Aparte del tema de los recursos, nosotros como ciudadanos podemos luchar contra el cambio climático. Son muchas las acciones que podemos poner de nuestra parte para demostrar esa responsabilidad.