La deuda pública es uno de los factores que más preocupan a los economistas internacionales. Tanto es así que el eurogrupo ha trabajado durante el último año para dotarse de unas nuevas reglas fiscales que permitan tener bajo control la deuda y también el déficit público. En este contexto, hoy se conoció que Euskadi es una de las ocho comunidades que han logrado rebajar su deuda entre el primer trimestre de 2023 y en mismo periodo de este año. En concreto, la CAV ha reducido su deuda en 315 millones de euros, lo que significa un descenso del 2,8% respecto al PIB vasco. En total, la deuda vasca a la conclusión del primer trimestre de este año es de 11.113 millones de euros, un volumen que representa el 12,7% del Producto Interior Bruto de Euskadi.

Este porcentaje es importante, porque la deuda se abona con los recursos e ingresos públicos que trae consigo la actividad productiva de la economía. El manual clásico de la economía dicta que la deuda no debe desbocarse, pero que tampoco conviene obsesionarse con una austeridad excesiva, como quedó demostrado en la respuesta que se dio a la crisis del euro. En este sentido, el porcentaje del 12,7% deja a Euskadi como la tercera comunidad donde ese peso porcentual es menos acusado, mejorada por Navarra y Canarias, ambas con el 11,7%.

Los datos de periodicidad trimestral ofrecidos por el Banco de España muestran que, tanto en los valores representativos de deuda como en los préstamos, la mayor parte de lo que debe Euskadi se concentra en cantidades referenciadas para su devolución a largo plazo, con 7.761 y 2.424 millones de euros respectivamente. Junto a Euskadi, han logrado reducir su deuda Canarias en un 11,8%, Navarra (6%), Baleares (3,6%), Cantabria (1,9%), Galicia (1,7%), Aragón (0,9%) y Asturias (0,02%). En total, esas ocho comunidades han conseguido reducir su débito en 2.028 millones de euros de manera conjunta. El resto de comunidades la han incrementado en 8.558 de forma global. En conjunto, la cuantía de la deuda de las comunidades marcó un récord en 328.932 millones, aunque el nivel equivalente sobre el PIB se redujo hasta un baremo del 22,2%, 1,1 puntos porcentuales menos que un año antes. Catalunya sigue siendo el territorio con la mayor deuda, 87.253 millones, por delante de la Comunidad Valenciana (57.676 millones), Madrid (38.358) y Andalucía (38.302). 

Sin embargo, en el período analizado las cuatro redujeron su nivel de deuda sobre el PIB, algo que han logrado todas los territorios menos la Región de Murcia. En cifras absolutas, las comunidades que más han incrementado su deuda son la Comunidad Valenciana, en 2.236 millones; Catalunya, en 1.606; y Andalucía, en 1.558, a cierta distancia de Madrid y Murcia, con 860 y 850 millones de euros más. Sin embargo, en porcentaje es Murcia la que más ha engrosado su deuda en tasa interanual de doce meses (7,4%), seguida de La Rioja (5,1%), Andalucía y Castilla y León (ambas un 4,2%), Extremadura (4,1%) y la Comunidad Valenciana (4,0%). Esta última, además, sigue a la cabeza con la mayor ratio de deuda pública, del 41,5% de su PIB, seguida por Castilla-La Mancha (31,5% de su PIB), Murcia (31,4%) y Catalunya (31,1%).

Un aspecto relevante, dentro de la deuda de las comunidades, son las cantidades que cada territorio debe al Fondo de Financiación a Comunidades Autónomas, en el que se incluye el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica), el apartado que el Gobierno central creó tras la Gran Recesión de la década pasada. Se trata de cantidades que el Estado presta a las comunidades, pero que deben ser devueltas. En virtud de sus propios regímenes fiscales, Euskadi y Navarra no participan de este Fondo. De los 199.105 millones que se deben a este Fondo por parte de las comunidades autónomas, Catalunya es la principal deudora, con 74.328 millones de euros, seguida de Comunidad Valenciana (50.918 millones) y Andalucía (24.539). 

En el conjunto de las administraciones públicas del Estado, la deuda se situó en el 109% del PIB en el primer trimestre de este año, 1,3 puntos porcentuales más que a finales de 2023. Esto se debe a que el saldo de deuda del conjunto de las administraciones públicas aumentó un 5,1% en términos interanuales. En total, 1,6 billones de euros. El problema no reside únicamente en que las comunidades hayan alcanzado máximos históricos de deuda, sino que también lo hace el Estado. De hecho, la deuda de la Administración Central creció un 6,3%, la de las comunidades un 2% y la de las corporaciones locales un 0,4%. En este apartado, la mayor deuda sigue siendo la de los ayuntamientos de Madrid (1.949 millones) y Barcelona (1.325 millones).

El Banco de España confirmó así ayer los datos adelantados hace un mes, constatando que el endeudamiento de la Administración Central se elevó al 99,6% del PIB, equivalente a un importe histórico de 1,474 billones. La cuantía de la deuda autonómica marcó un récord en 328.932 millones, pero el nivel equivalente sobre el PIB se mantuvo en el 22,2 %. Por su parte, las corporaciones y entes de carácter local también mantuvieron el nivel de deuda sobre PIB en el 1,6% y disminuyeron su importe a un total de 23.145 millones de euros. Por último, las administraciones de la Seguridad Social lograron reducir su deuda a 116.170 millones, equivalentes al 7,8% del PIB, una décima menos que el trimestre anterior.