Tubos Reunidos prevé un 2024 de “recuperación progresiva” y confía en que en el segundo semestre de este año pueda aumentar entre un 30% o 40% sus algo más de 100 millones de cartera con los que cuentan en la actualidad y que está “por debajo de las necesidades”. Además, el grupo tiene intención de “levantar lo antes posible” los ERTE en sus plantas de Trapagaran y Amurrio.

Estas previsiones fueron dadas a conocer ayer jueves por el presidente no ejecutivo, Josu Calvo, y el CEO de la compañía, Carlos López de las Heras, en un encuentro con los medios de comunicación previo a la Junta de Accionistas de Tubos Reunidos celebrada este jueves en Bilbao. En la Junta se han aprobado las Cuentas de 2023, un ejercicio con un resultado neto de 56,3 millones, una cifra de negocio de 533 millones y unas inversiones de 38 millones. El CEO del grupo destacó que fue un año “espectacular”, al igual que 2022, dos ejercicios en los que han logrado 100 millones de beneficio lo que les “pone en otro nivel”.

López de las Heras afirmó que también han logrado una serie de “hitos industriales y de posicionamiento” que “veían muy lejos” en 2020, cuando elaboraron su actual Plan Estratégico (2021-2026), cuyos objetivos “se están cumpliendo”. Tubos Reunidos destacó que tiene ya en funcionamiento desde inicios de este año una única acería para todo el grupo, lo que conlleva unos “ahorros significativos en todos los ámbitos” y, en concreto, permitió disminuir un 20% las emisiones de CO2 y elevar sus capacidades porque son capaces de fabricar otro tipo de producto.