La Comunidad Autónoma Vasca cerrará el año con la cifra más alta de trabajadores de su historia. El récord de afiliación a la Seguridad Social marcado en noviembre (1.011.231 cotizantes) confirma que la economía ha resistido en Euskadi mejor de lo previsto, y de lo esperable, la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania y la escalada de la inflación, que ya empieza a remitir y dar aire a la actividad productiva y a las familias. Pero lo más importante es el buen tono del empleo, que se traslada a toda la estructura del país a través de los productos que venden las empresas y los ingresos que generan, de los impuestos y del consumo.

Esa silenciosa fotosíntesis desde la base a la generación de riqueza garantizará también crecimiento económico el próximo año. Y, salvo sorpresa, en diciembre se marcará otro máximo histórico de empleo con las contrataciones ligadas a la campaña de Navidad.

El escenario se ve además reforzado por el perfil de los puestos de trabajo que se están creando en lo que va de años. Son contratos alineados en gran medida con las tres grandes transiciones, digital, ecológica y social. De hecho, en los once primeros meses del año, la industria en general y los servicios de telecomunicaciones en los que se apoya en la actualidad el sector transformador muestran una notable fortaleza. Todo un impulso a la salud del modelo. En términos porcentuales, a pesar de que su peso en la economía es bajo, un 0,2 del total, destaca el repunte del personal de suministro de energía eléctrica (9,3%) debido precisamente a las necesidades de adaptación a los nuevos modelos de consumo más sostenible del conjunto de la sociedad.

Impulso del empleo

Al margen del régimen especial para empleados del hogar, el número de cotizantes ha crecido en la CAV en un 1,75%. Un porcentaje que contrasta con el ritmo de las actividades energéticas. Lo mismo ocurre con la comparación con las telecos, cuya fuerza laboral crece un 6,7% hasta noviembre, superando de largo el dato del conjunto del sector Servicios (1,9%).

El resto de sectores está teniendo un buen comportamiento en general. La Industria ha ganado algo más de 2.700 empleos, lo que supone un 1,5% más que el 31 de diciembre del año pasado. La Construcción avanza un 1% y roza ya los 59.000 puestos de trabajo.

En cambio, la Agricultura, Ganadería y Pesca da un paso atrás; pierde 60 empleos, algo más de un 1%. El nuevo patrón del sector primario, con menos explotaciones, de mayor tamaño y más automatizadas marca un techo laboral que es muy difícil de superar.

Entre el resto de grandes actividades, solo destaca en negativo la evolución del epígrafe del comercio y de la reparación de vehículos, que ha perdido entre enero y noviembre algo más de 500 empleos (-0,37%).

El buen momento de la industria se refleja en el espejo de su nivel de empleo, por encima de los 183.000 cotizantes. De ellos, en torno a 175.600 desempeñan su tarea directamente en fábricas, con diferentes perfiles. El repunte en lo que va de año, casi 2.600 puestos de trabajo, pone de manifiesto el relanzamiento de la actividad.

Empleo turístico

En el sector Servicios, las actividades más dinámicas son la Hostelería y la Educación. El empleo ligado a los hoteles y la restauración crece un 4,7% y supera los 70.600 afiliados. El ritmo en el sistema educativo es similar (4,8%) y la fuerza laboral se sitúa en más de 84.200 personas. Por un lado, gana peso el turismo en la economía, con 3.200 cotizantes más. Pero también se refuerza el sistema educativo con la contratación de casi 3.900 personas.

En términos absolutos, junto a las actividades manufactureras, son los mayores crecimientos. Educación, Hostería e Industria concentran cerca del 60% de la contratación hasta noviembre.

Un escalón por detrás, aparecen las Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas, que también se nutren en parte del sector industrial y que ganan 1.900 afiliados en números redondos, con un repunte de más de un 3%. Y muy cerca está el sector de la Información y Comunicaciones, con 1.718 nuevos contratos, un 6,7% más.

También cabe destacar el crecimiento del empleo en el sector sanitario, que se ha situado a la cabeza de la necesidades de los ciudadanos por el impacto del covid, pero también por el envejecimiento de la población. Solo la industria y el comercio ocupan a más personal que la Sanidad, que se acerca los 114.000 cotizantes en una dinámica que crece de forma constante desde hace años y que solo puede ir a más.

¿Cuál es el techo del empleo?

Con la menor tasa de paro del Estado –todo apunta a que Euskadi cerrará el año por debajo del 7%– la evolución está ligada a la capacidad de la economía vasca de crear empleo de calidad. Esa melodía que responde a la partitura que marcan los tiempos de cada territorio histórico en función de sus fortaleza.

El 80% de la creación de empleo en la CAV hasta noviembre está alineado con ese puñado de actividades que empujan con fuerza el avance de la economía.

Se quede el récord en 1.011.000 afiliados o dé el salto hasta los 1.012.000, el tejido productivo vasco se alimenta de estímulos sólidos.

Bajando al detalle, no hay actividad productiva que concentre mayor nivel de empleo, aunque el sector servicios, sumando diferentes tareas, se acerque a los 729.500 cotizantes. Y en ese contexto no hay mayor activo que el que genera la dinámica de la producción real de las empresas.

Ahí se percibe por ejemplo una evolución más dinámica del sector financiero, que se acerca a su zona de confort, con un repunte cercano al 1,7%, o de las actividades financieras, que superan los 17.000 cotizantes tras subir un 1,6%.

La suma de los datos positivos dibujan un panorama en el que brillan ciertos sectores estratégicos, los que más aportan en líneas generales al crecimiento y marcan un núcleo duro que incentiva la economía más allá de los nombres propios. A partir de ahí, la música, la partitura que gobierna el entorno, interpreta melodía afinadas.

Dinámicas que protegen la lectura ordinaria de las claves laborales. Dentro de las cuales hay que poner en valor las variables que generara la propia evolución de la economía dentro y lejos de Euskadi.