Todas las huelgas desatan una guerra de cifras, que por lo general se parecen tanto como la noche y el día. No es sencillo valorar el éxito de la movilización. Sin embargo, cuando la convocatoria afecta al sector público el termómetro está en la calle. Más todavía si se trata de una cita como la de ayer miércoles, en la que 150.000 funcionarios adscritos a servicios tan sensibles como Educación y Sanidad estaban llamados a la huelga. Más allá de los porcentajes, lo cierto es que el paro se notó sobre todo en el transporte público y los ciudadanos tuvieron que soportar frecuencias menores y vagones de Metro y Euskotren abarrotados de viajeros. El sector educativo también se vio afectado, pero en Sanidad el impacto fue muy limitado. A medio día, miles de trabajadores públicos participaron en las manifestaciones de las tres capitales de la CAV.

Al término de las mismas y en las comunicados que enviaron a los medios, los sindicatos calificaron de “éxito” la convocatoria sin concretar la participación. El Gobierno vasco afirmó que un 12% de la plantilla de Servicios Generales secundó el paro y que el seguimiento en Osakidetza fue del 5,7%. Los porcentajes bajaron en Seguridad hasta 3,4%. De modo que, según el Ejecutivo, la movilización solo surtió efecto en Educación, con un 40,6% de seguimiento.

También se notó la falta de personal en el transporte público, que fue donde los sindicatos convocantes lograron que la convocatoria se visualizara con mayor intensidad, sobre todo porque es el servicio público de uso más cotidiano y, además, el que se prolonga durante toda la jornada.

Los sindicatos convocantes –ELA, LAB, CC.OO., Steilas, Satse y ESK– mantuvieron así su pulso, del que se ha descabalgado UGT y que tiene una segunda cita en el calendario el 19 de diciembre y que el Gobierno vasco interpreta más en clave política que sindical a las puertas de las elecciones vascas y tras subir un 3% el sueldo de los funcionarios este año. Un incremento en línea con la Ley básica estatal, que marca el rumbo en esta materia.

De ahí que los miles de empleados públicos que se manifestaron ayer miércoles lo hicieran tras pancartas en las que se leía Zerbitzu publikoak indartzeko. Soldata eta emplegua hemen adostu! (Para fortalecer los servicios públicos. Acordar aquí salarios y empleo). Los convocantes también reclamaron la recuperación del poder adquisitivo perdido, la reducción de las tasas de temporalidad del actual 40% al 8% y “el fin de las privatizaciones”, entre otras demandas.

“Intereses políticos”

Otras de las críticas que motivan estas movilizaciones es, denuncian los sindicatos, que no se hayan firmado acuerdos en la mesas de negociación de la función pública en los últimos diez años. Una denuncia que rebate la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, con un documento en el que detalla hasta 100 acuerdos que mejoran las condiciones laborales de los funcionarios, con mejoras en la conciliación y en la consolidación de puestos de trabajo de interinos, entre otros.

En esa línea, el número dos del Departamento, Jon Agirre, que es también el responsable de las Relaciones Laborales en el Ejecutivo, reclamó a las centrales convocantes que “abandonen las posiciones maximalistas y agoten las posibilidades de negociación en la Mesa General y en las diferentes mesas sectoriales, en todas las materias en las que el Gobierno Vasco tiene competencias”.

Agirre, que compareció para informar sobre la participación de los diferentes sectores en la huelga, afirmó que “todos los foros de negociación permanecen abiertos”.

En otra clave, el consejero de Interior, Josu Erkoreka, señaló que la intensificación de las convocatorias de huelga “no obedece a la casualidad” sino a una “coincidencia de intereses” en un periodo que es la “antesala” de las elecciones autonómicas.

En una entrevista en Onda Vasca, Erkoreka señaló que “llama la atención que la huelga convocada para hoy está dirigida para el conjunto del sector publico” cuando integra situaciones que “nada tienen que ver una con otra”. Preguntado si la jornada de paro busca dar una imagen de caos, ha indicado que “no hay más que ver la coincidencia temporal” de que la convocatoria se produce en una “etapa preelectoral”.

Según indicaron los convocantes en una nota, “más de 30.000 personas” participaron en las manifestaciones en las capitales vascas.

Los sindicatos mostraron su satisfacción con la respuesta a la huelga y afirmaron que en la enseñanza pública no universitaria fue del 75%, mientras que en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) la actividad académica ha sido “muy escasa”.

En la manifestación de Bilbao tomaron parte dirigentes sindicales como los secretarios generales de ELA (Mitxel Lakuntza) y CCOO de Euskadi (Loli García) y el coordinador general de LAB (Igor Arroyo). Como en el resto de capitales, la marcha discurrió entre gritos en demanda de la negociación en Euskadi de los salarios y condiciones del sector público vasco.

Los sindicatos afirmaron, asimismo, que en el ámbito municipal y foral, el seguimiento también fue “muy amplio” y “muy significativo” en ayuntamientos como los de las tres capitales.

La huelga también se siguió en la radio televisión pública vasca y en el transporte público no privatizado. Según aseguraron, fue “casi total” en EuskoTren y Metro Bilbao, “con los servicios mínimos trabajando en solitario”, según los sindicatos.

“Muy amplio”, pero “desigual”, fue seguimiento en la Administración General y en la Administración de Justicia y “más modesto” entre los trabajadores del Estado, según las centrales. En Osakidetza, los sindicatos denunciaron que los servicios mínimos establecidos impidieron a miles de trabajadores secundar el paro. En la manifestación de Bilbao, los representantes sindicales denunciaron “la precariedad laboral” en el sector. “De cada dos trabajadores, uno es temporal”, afirmó Igor Eizagirre, de ELA.

Gobierno vasco

41%

Según las cifras del Ejecutivo vasco, la huelga tuvo una mayor participación en Educación, con un 41,4% de la incidencia. El seguimiento descendió de manera notable hasta el 12,03% en la Administración General, el 5,9% en Salud, y un 3,42% en Seguridad (personal laboral), informó el Gobierno.

Sindicatos

75%

Los sindicatos convocantes, ELA, LAB, CCOO, Steilas, Satse y ESK, a los que el Ejecutivo pidió que abandonen “las posiciones maximalistas”, destacaron el “amplio” seguimiento. Así señalaron que el seguimiento fue “muy alto “ en el transporte público no privatizado y en educación, donde “más del 75%” de los docentes secundaron el llamamiento, según sus datos.

l Próxima convocatoria. Los sindicatos con representación en el sector público vasco, salvo UGT, han convocado otro gran paro el 19 de diciembre en la Administración de Euskadi. Lakua aseguró ayer que mantiene abiertos los foros de diálogo, pero recuerda que ha subido un 3% los sueldos de los funcionarios, como fija la Ley básica del Estado.