El Plan Territorial Sectorial (PTS) de las Energías Renovables en Euskadi contempla entre sus objetivos reducir un 17% el consumo enérgico para 2030 y potenciar un 126% el uso de las renovables de manera que su cuota en el consumo final alcance el 21% para ese año.

Los boletines oficiales de la CAV y de los tres territorios históricos publican este miércoles la aprobación inicial del PTS que el Gobierno vasco confía en aprobar de manera definitiva antes de que termine esta legislatura en el verano del próximo año.

Este plan, con una vigencia de 20 años, trata de ordenar el despliegue de renovables para cumplir entre otras directrices con los objetivos de la Estrategia Energética Vasca 2030, que marca como meta que la cuota de renovables llegue al 21 % frente al 16,1 % actual (aunque sin la electricidad importada el porcentaje cae al 10 %).

Para el final de esta década se quiere que la potencia instalada del conjunto de energías renovables (eólica, fotovoltaica, hidroeléctrica, solar térmica, biomasa y marina, principalmente) pase de los 607 MW actuales a más del doble, 1.440 MW.

El plan pone el foco sobre todo en aumentar la generación de energía eólica y fotovoltaica. Así, en el primer caso se prevé multiplicar por más de 4 la potencia instalada para pasar de los 167 MW que había en 2020 a 783 en el año 2023.

En cuanto a la fotovoltaica, se quiere llegar a 293 MW, lo que supone quintuplicar los 55 MW de 2020. El PTS no habla solo de huertos solares, sino también de aprovechar las cubiertas de edificios para instalar placas solares y por explorar a futuro instalaciones fotovoltaicas flotantes en embalses y bolsas de regadío, entre otras opciones.

En el caso de las distintas opciones de energía oceánica (corrientes, mareas, por gradiente salino...) solo se contempla aprovechar la energía de las olas, aunque el PTS constata que "el sector oceánico no está tan desarrollado" como otras tecnologías energéticas.

En al actualidad en Euskadi solo hay una instalación para aprovechar la energía de las olas, la de Mutriku, que cuenta con 16 turbinas de 296 kW de potencia total. El plan identifica 12 puertos como posibles ubicaciones de estas instalaciones por su mayor exposición al oleaje.

El PTS pretende también incrementar el uso de biomasa para generar energía y pasar de los 69 MW de capacidad de 2020 a los 111en 2030. Para ello, se fomentarán las calderas de biomasa en edificios de viviendas y de administraciones públicas, en empresas y polígonos y en centros comerciales, entre otros lugares.

La aportación de la geotermia al mix energético es limitada y está ligada a la construcción de viviendas. En  Euskadi hay ahora unas 700 instalaciones con una capacidad de 40 MWg, que se quieren elevar a 250 al final de la década.

En el caso de la energía minihidráulica (centrales que no alcanzan los 10 MW de potencia y por tanto no son consideradas hidráulicas) Euskadi cuenta con unas 90 plantas. El PTS no contempla nuevos emplazamientos, aunque sí se abre la puerta a repotenciar las actuales instalaciones.

El plan también se refiere a la energía solar térmica y limita su instalación a cubiertas de edificios. El horizonte es llegar a los 202.000 metros cuadrados de instalaciones para captar esta energía, frente a los 90.000 del año 2020.