BBK está de enhorabuena por la dotación del fondo de reserva dos años antes de lo previsto y quiere aprovechar para celebrar y agradecer a instituciones, agentes económicos y sociales, así como a las entidades públicas y privadas que constituyen su red de alianzas y colaboraciones, su apoyo y cercanía tras la consecución de este hito.

El camino no ha sido fácil, pero la fundación bancaria no lo ha recorrido sola. Con este logro, BBK blinda su control sobre el 57% del accionariado de Kutxabank, el banco más solvente del Estado. Esto le garantiza contar, cada año, con los recursos necesarios para hacer frente a la obra social, a la que BBK destina anualmente cerca de 40 millones de euros. Una obra social cuyo impacto económico y social se traslada a todos los sectores de la población, de acuerdo al compromiso de BBK de construir una Bizkaia competitiva y sostenible, que no deje a nadie atrás.

Así han nacido proyectos estratégicos para el futuro del territorio, como BBK Klima, centro de referencia internacional en la lucha contra el cambio climático; BBK Kuna, la casa de los ODS; o el abanico de programas de empleo e impulso al emprendimiento con impacto social que la fundación pone en marcha cada año. También distintas acciones para dar una respuesta innovadora al reto de gran calado social que representa la nueva longevidad, con necesidades dispares como la lucha contra la soledad no deseada y la participación social de adultos seniors que desean seguir siendo parte activa de la sociedad. Así como el apoyo a una oferta cultural de calidad, inclusiva y crítica, con énfasis en el desarrollo de una industria propia para el fomento del talento local y que sea motor económico.

Y todo ello se realiza en colaboración con una red que ha celebrado este hito con la propia BBK. “Por seguir trabajando para no dejar a nadie atrás. Eskerrik asko!”, señalan fuentes de la entidad.

BBK ha llevado a cabo proyectos estratégicos para el futuro de Bizkaia, como BBK Klima, junto a su red de alianzas y colaboraciones. BBK

Una decisión a contracorriente, pero correcta

Cuando en 2014 la antigua caja de ahorros se constituyó en Fundación bancaria tuvo que elegir, obligada por el Banco de España, entre salir a bolsa y perder el control de Kutxabank o constituir un fondo de reserva que le permitiera hacer frente a posibles crisis del banco. Nadando contracorriente, BBK apostó por la segunda vía porque “es la que consideramos mejor para el país” afirma el presidente de la entidad, Xabier Sagredo. La fundación lo ha conseguido, gracias a una sólida gestión y su pensamiento largoplacista, con dos años antes del plazo oficial –tres, teniendo en cuenta que podía solicitar una prórroga de un año – y en medio de un contexto distorsionado por la pandemia o la guerra. “Hemos demostrado que fue la decisión correcta”, añade Sagredo. – I. A.