Informes del Departamento de Empleo del Gobierno vasco recomiendan promover cambios en las prácticas de contratación mediante la erradicación de los límites de edad en las ofertas de empleo o la promoción de currículos 'ciegos', sin datos personales salvo la cualificación, para evitar la discriminación laboral real por edades. Además, constatan que seis de cada diez personas de más de 45 años cronificadas en el paro desarrollaron su último empleo en una ocupación en declive.

La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha comparecido este miércoles en Bilbao para dar a conocer sendos informes de la Fundación Iseak y el Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra y acreditar si, "más allá de la percepción social, que así lo indica", hay discriminación laboral real por edad, y detallar los factores que dificultan la adaptación a los nuevos empleos de las personas de mayor edad o más tiempo desempleadas.

Junto a ella han comparecido la directora de la Fundación Iseak, Sara de la Rica, y la técnica sénior del Instituto Vasco de Competitividad - Orkestra, Mercedes Oleaga.

Los informes son, como ha explicado Mendia, la base para el nuevo plan integral de gestión de la edad durante la vida laboral cuya puesta en marcha ha anunciado, de cara a evitar que se pierda "un solo recurso humano, tan necesario para las empresas de Euskadi", y desde la necesidad "de no desperdiciar una sola capacidad y conectar generaciones para la transmisión bidireccional de habilidades y conocimientos".

Tras reiterar que la convivencia entre generaciones resulta enriquecedora y ayuda a la competitividad, estos informes recomiendan a las empresas aplicar estrategias de reemplazo generacional "inclusivas" y no abordar de forma parcelada el acceso al empleo de jóvenes y mayores, otra de las claves del nuevo plan integral.

En cuanto a las actuaciones públicas a impulsar, los informes recomiendan "identificar personas en ocupaciones en declive para detectar de manera temprana su realidad, pues su riesgo de cronificación en el desempleo es elevado".   

TEJIDO MENOS DINÁMICO

Los análisis elaborados parten de que, en términos generales, Euskadi presenta un tejido productivo que genera menos personas desempleadas que otras comunidades autónomas, pero su mercado de trabajo parece ser "menos dinámico" para ciertos colectivos en la medida que resulta más compleja la reinserción de algunas de sus personas en desempleo.

En este sentido, se constata que la ocupación que más empleo absorbe en Euskadi es la de vendedores (9,3%), si bien su peso sobre el empleo total ha disminuido un 4,2% en las últimas décadas, por tanto, se estaría ante una ocupación en declive. La ocupación que más proporción de empleo ha perdido en las últimas dos décadas ha sido ayudante de preparación de alimentos si bien representa un 0,2% del empleo total.

En el otro extremo, el perfil laboral que más proporción de empleo ha ganado en estos 20 años es técnico de TICs, que absorbe un 1,3% del empleo total en Euskadi.   

PARADOS CRONIFICADOS

A partir de estos datos, se constata que seis de cada diez personas de más de 45 años cronificadas en el paro desarrollaron su último empleo en una ocupación en declive. Además, estaban previamente empleadas en ellas (13.700 personas), en mayor medida en esa franja de edad que entre personas de 44 o menos años.

Además, uno de cada seis cronificados en el desempleo de más de 45 años estaban previamente empleados como limpiadoras y asistentas; un 16%, frente a un 9,7% para las de 30-44 años, siendo esta ocupación es mayoritariamente femenina.

El 13% de desempleados cronificados estaban previamente ocupados como vendedores en ambos grupos de edad; con un 14% para personas de más de 45 años (3.100 personas) y un 17% para los de entre 30-44 años (3.300). El empleo en esta ocupación es mayoritariamente femenino.

En ese sentido, se hace un particular seguimiento del colectivo de "vendedores", pues absorben gran parte del desempleo cronificado y se apunta también a la necesidad de buscar vías alternativas para estas personas para su recolocación en otras ocupaciones con mejores perspectivas y hacer también especial seguimiento de "limpiadores y asistentes" para posible recualificación.

Igualmente, se aconseja proporcionar itinerarios basados en la recualificación para identificar transiciones entre ocupaciones a la baja y las que están en auge, de manera que "se minimice el coste de recualificación" y se adapten a las necesidades individuales, teniendo en cuenta capacidades con las que cuenta cada persona y el coste de transitar hacia las ocupaciones en auge.

Se trataría, tal y como se recoge en el informe de Iseak de "proporcionar a las empresas programas de "gestión de edad" que promuevan equipos diversos en grupos de edad, lo que en Estados Unidos y Alemania ha arrojado efectos positivos de grupos mixtos de edad en la productividad de las empresas.

Una de las claves del estudio realizado por la fundación que dirige Sara de la Rica se ha extraído del envío de más de 1.600 solicitudes a 800 ofertas de empleo publicadas en InfoJobs, la mitad para candidatos ficticios con 35 años y la otra mitad, a aspirantes no reales con más de 45 años.

Así de cada 100 solicitudes de los de 35 años, se necesitaron una media de 13 solicitudes de empleo para recibir una sola invitación para una entrevista por parte de las empresas; mientras que para los mayores de 45, se requirió una media de 26 solicitudes de empleo para recibir una sola invitación a entrevista por parte de las empresas.

De esta forma, tal y como ha remarcado, el resultado principal es que los trabajadores mayores reciben la mitad de invitaciones para una entrevista laboral que candidatos similares de menos edad, "lo que sugiere edadismo en la fase de contratación pero no permite asegurar que no exista discriminación por edad en Euskadi".

Por tanto, ha añadido, "la discriminación por edad crece en función de la cualificación requerida, por lo que un mercado laboral que sea funcional con sus trabajadores más mayores es de vital importancia".

Mendia ha retomado su intervención para explicar que estos informes surgen de la preocupación de su Departamento por analizar "la gran paradoja de la gran revolución que estamos viviendo" y la realidad de los trabajadores a partir de 45 años "cuando sus empresas tienen que abordar grandes cambios y lo primero en lo que piensan es en prescindir de quienes creen que no se van a adaptar, pero, de forma paralela, reclaman personas adaptadas a las nuevas demandas".

Mendia ha recordado a las empresas "las oportunidades de competitividad si aprovechan el potencial laboral de todas las personas con un reto transversal y la igualdad de oportunidades, lo que expresamente obliga a luchar contra el edadismo".

Se trata, ha avanzado, "de una mirada estratégica a una cuestión que, hasta el día de hoy, no había sido tratada de forma integral por las políticas públicas y que va a condicionar el futuro si no sabemos incorporar en plenitud de derecho a las mujeres, a los jóvenes y a quienes tienen experiencia y grandes capacidades para adaptarse a los cambios, aunque tengan más edad".

Por todo ello, ha manifestado su intención de "completar un plan integral de gestión de la edad durante la vida laboral, que permita a las empresas una gestión eficaz y eficiente de las personas, que aproveche todas sus capacidades, que les permita adaptarse y no perder un solo recurso humano", porque "en Euskadi no sobra nadie, en ningún momento de su vida laboral".

Esa necesidad de "no abordar de forma parcelada el acceso al empleo de jóvenes y mayores", ya forma parte de las actuaciones estructurales del Departamento de Trabajo y Empleo, ha concluido.