Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son la guía que marcan el trabajo que día a día desarrolla Inés Alonso, directora de Responsabilidad Social y Medio Ambiente de Zabalgarbi. Unos retos a desarrollar para lograr una sociedad con respeto hacia el entorno.

¿Qué aporta Zabalgarbi a la responsabilidad social?

-Hay que tener en cuenta que la responsabilidad social consiste en el equilibrio de tres ejes fundamentales, social, ambiental y económico. Nuestra misión de empresa define a Zabalgarbi como un agente clave en la economía circular, entre otras cosas, porque tratar los residuos, la basura, es esencial para la comunidad. Por eso, utilizamos tecnologías innovadoras de valorización energética con una gestión transparente, que busca la excelencia. Esto nos permite una flexibilidad operativa y un rendimiento económico que revierte en el territorio.

¿Y a la responsabilidad social?

-Todo lo que hacemos tiene que ver con el medio ambiente. Convertimos en energía los residuos no reciclables, aprovechando al máximo su valor. Generamos el 35% de la electricidad que consumimos en los hogares de Bizkaia y evitamos el efecto negativo para el medio ambiente que tendría su eliminación. Y esto, reduciendo al máximo nuestro impacto ambiental.

¿Qué medidas se están implantando para lograr esos dos retos?

-Estamos en plena reflexión estratégica de cara a 2026. La integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es uno de nuestros retos actuales. Escuchamos e identificamos lo que la sociedad necesita de nosotros y esto nos ayuda a anticiparnos e innovar para dar respuesta a nuevas demandas. De ahí que participemos en dos proyectos apoyados por el Gobierno vasco. El primero está centrado en la captura de CO2 y en la posibilidad de que sobre todo las cenizas, puedan usarse en otros procesos productivos. En el proyecto Recygas trabajamos en el desarrollo e implantación de nuevas tecnologías de valorización de residuos. Además, estamos instalando una estación de suministro de gas natural comprimido (GNC) para que los camiones que vienen a nuestra planta, reduzcan la huella de carbono.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que hay que responder?

-Uno de los más importantes en este momento es la lucha contra el cambio climático. Todos debemos ser conscientes de ello y actuar en consecuencia, sin perder de vista la importancia de una sociedad más igualitaria inclusiva, que no deje a nadie atrás. Los ODS 7, 8 y 9, hablan de energía no contaminante, de trabajo decente, desarrollo económico y de Industria e innovación. Las administraciones y las empresas debemos impulsar la investigación y los avances tecnológicos. Necesitamos industrias ambientalmente comprometidas que ofrezcan trabajo de calidad y un desarrollo económico sostenido.

¿La digitalización es imprescindible para conseguir estos objetivos?

-Sin duda. La digitalización de los procesos y los sistemas de control, posibilitan una mayor y mejor eficiencia de tus sistemas y abre la puerta a la innovación.

¿Qué sistemas de control se están poniendo en marcha?

-En Zabalgarbi siempre decimos que la innovación va en nuestro ADN. Ahora mismo estamos inmersos en adaptar nuestros sistemas de control ambiental a las mejores tecnologías disponibles. Por ejemplo, la mejora del sistema de tratamiento de NOx, la sustitución del filtro de mangas. En definitiva, seguimos trabajando en la optimización y mejora de todos nuestros sistemas de control ambiental.

En el ámbito de la responsabilidad social, ¿en qué programas se está haciendo más incidencia? ¿Qué se quiere lograr?

-Llevamos muchos años trabajando y colaborando con numerosas entidades del ámbito social de Bizkaia. Es parte de nuestro compromiso con este territorio. Y en esta situación de pandemia, hemos mantenido todas nuestras colaboraciones. Pero también hemos ampliado otras ayudas habituales, como Cruz Roja Bizkaia y Cáritas, para apoyar en la medida de lo posible a personas en situación de vulnerabilidad frente al coronavirus.