El Talgo Avril, el rolls royce fabricado en Araba capaz de circular a 350 kilómetros/hora con un gran confort para los pasajeros, sirvió ayer miércoles de escenario para poner punto y final a la visita realizada por el lehendakari y la consejera de Desarrollo Económico a la factoría de Ribabellosa, en Arasur, uno de los enclaves de la industria del País Vasco.

Un largo recorrido por esa factoría, con detalladas explicaciones del presidente de la compañía, Carlos de Palacio Oriol, acompañados por el CEO de la empresa, Gonzalo Urquijo Fernández de Araoz, y otros altos cargos, llevaron a Iñigo Urkullu a manifestar en una intervención de cierre de visita que esta impresionante planta “fortalece el ecosistema industrial vasco” al ser “uno de los polos de dinamización social y económica de Araba y de Euskadi”.

El lehendakari anunció que mañana presidirá una reunión del Observatorio de Coyuntura Industrial, donde se analizarán el momento actual del sector industrial y destacó que las expectativas del segmento de equipamientos ferroviarios, que ocupa a 11.000 personas en Euskadi y representan el 40% de este sector en el Estado, son buenas al no haberse paralizado los contratos y mantenerse la facturación, el empleo y los niveles de exportación. Este año, según explicó, la inversión de estas empresas se mantendrá en un 4% de su facturación.

Urkullu se refirió a que esta visita deja claro que, además de tener como prioridad preservar la salud pública, el Gobierno vasco comparte con las empresas el esfuerzo por mantener la actividad económica, la producción industrial y el empleo.

Por ello afirmó que “estamos preparados para la etapa poscovid. Para seguir mejorando el ecosistema económico de Euskadi y para superar los retos de la nueva industria verde y digital”, citando a Talgo como un “buen ejemplo de compromiso con la industria, la tecnología, la innovación, la sostenibilidad y la internacionalización”.

EMPRESA DE VANGUARDIA

Talgo, desde la planta de Ribabellosa, fabrica trenes con sello alavés que exporta a todos los rincones del mundo y que le sitúan a la vanguardia en materia de movilidad ferroviaria. De hecho, esta factoría es la mayor de todas las plantas de Talgo con más de 40.000 metros cuadrados y supone, por lo tanto, un agente clave para los proyectos de la compañía y para su expansión internacional. Para este 2021, el objetivo de la compañía, que nació vinculada a Euskadi desde comienzos de los años 40, es fabricar las primeras unidades de RFA.

Esta planta es un potente generador de riqueza, valor y empleo para el entorno. Así, invierte fuertemente en el tejido industrial vasco y, a los 650 puestos de trabajo que crea la planta de forma directa, cabe añadir los más de 5.000 empleos indirectos que genera en empresas cercanas. Algo que no pasó inadvertido para Urkullu, ya que lo puso como un ejemplo de colaboración interempresarial de la multinacional con las empresas locales.

Y es que la planta se encuentra inmersa en grandes proyectos, entre los que cabe destacar la fabricación de 30 trenes de alta velocidad y muy alta capacidad para Renfe, el denominado Tren Avril, así como los 23 trenes Talgo 230 destinados a Alemania, y que unirán Berlín y Amsterdam.

Talgo Avril es el tren de muy alta velocidad más avanzado de Talgo, y que se convertirá en referente de calidad en el segmento de la muy alta velocidad ferroviaria. Con hasta 581 plazas, es el tren de alta capacidad más ligero del mercado, lo que minimiza el consumo energético y multiplica la eficiencia. Eso le permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar aún más la posición del tren como el modo de transporte más sostenible.

Las primeras unidades del tren de muy alta velocidad Talgo Avril están llevando a cabo sus ensayos en vía, un paso decisivo en la validación técnica, previa puesta en servicio por parte de Renfe. Con una velocidad comercial de 330 km/h, alcanzará los 363 km/h en pruebas y está siendo homologado para poder circular también en Francia.

Por otra parte, los trenes que se suministrarán a la operadora alemana Deutsche Bahn, con un primer pedido de 23 unidades sobre un contrato marco de 100, se destinarán a rutas de larga distancia dentro y fuera de Alemania, en relaciones internacionales que incluirán un servicio de alta frecuencia entre Berlín y Amsterdam, en Países Bajos.

El presidente de Talgo destacó el potencial de su planta vasca. En una breve intervención, Carlos de Palacio señaló que “en esta planta está nuestro cerebro y nuestro corazón”. Porque “aquí comenzó Talgo a mediados de los años 60, a fabricar trenes revolucionariamente ligeros, con un objetivo: unir, unir personas y unir lugares”. En la actualidad “esta es la mayor de las plantas de Talgo y es, por tanto, la punta de lanza para todos los proyectos de la compañía”. Y explicó que “aquí tenemos un equipo formado por 700 de los mejores profesionales, el mejor talento, y estamos rodeados por una muy potente cadena de valor que nos ha ayudado a competir con éxito en todo el mundo”. Terminó contando que este y otros proyectos en Europa “nos han llevado a aumentar la producción un 40%”.