La banca española no pasa por sus mejores momentos y no duda, caso del Banco Santander, en vender un préstamo concedido a una empresa en funcionamiento y con resultados positivos, con un importante descuento para hacer caja. Esto es lo que ha hecho el Banco Santander que ha vendido su préstamo sindicado de cerca de 500 millones de euros del grupo vasco Eroski a determinados fondos.

La operación anunciada por Expansión ha sido confirmada por Eroski, empresa que mantiene la hoja de ruta prevista para afrontar, como ha hecho hasta ahora, el cumplimiento de todos los compromisos de pago de su deuda.

El Santander, según las informaciones citadas, habría accedido a realizar un descuento de cerca del 45% para deshacer su posición en Eroski siguiendo la línea de otras entidades financieras que participaron en su momento en la concesión de un importante préstamo sindicado a Eroski de más de 1.500 millones de euros.

Para Eroski este es un año muy importante en el cumplimiento de su hoja de ruta financiera. Y es que en este 2021 la cooperativa vasca debe afrontar una parte importante del pago de la deuda por importe de 1.355 millones de euros que refinanció en 2019. Este ejercicio, el compromiso de Eroski pasa por pagar 347 millones de euros, una cantidad para la que ya está ahorrando desde el pasado 2020, tanto con sus resultados positivos como con los recursos obtenidos por la venta de determinados locales. Por ejemplo, en una de las operaciones obtuvo unos 85 millones de euros por la enajenación de 27 inmuebles que tenía en propiedad al fondo WP Carey, 14 en la Comunidad Autónoma Vasca; nueve, en Baleares; tres en Nafarroa y uno, en Cantabria, y en los que sigue como alquilado.

El calendario de pagos de la deuda de Eroski hasta 2024, cuando se refinanciará de nuevo, centra el esfuerzo en este 2021 con el abono de 347 millones de euros, mientras que en 2022 y 2023 la cantidad es mucho más asumible, del orden de los 30 millones de euros.

En todo caso, la salida de entidades financieras del pool de bancos acreedores de Eroski se inició hace un año. Primero lo hizo el Banco Sabadell, después el BBVA y, por último Caixabank y Bankia. En total, dichas entidades financieras sumaban unos 800 millones de euros, a los que ahora se añaden los cerca de 500 millones del Santander. Sus nuevos acreedores son fondos buitre como Davidson Kempner o Sculptor Capital. A los que hay que sumar a Kutxabank o Laboral Kutxa con partidas pequeñas.

En todo caso, Eroski cuenta con importantes activos para poder afrontar la deuda. De hecho en el sector insisten en que el grupo vasco podría vender en todo o en parte su participación en la catalana Caprabo. En esta partida de mus, la cooperativa vasca busca un inversor financiero que adquiera solo una participación minoritaria de su filial catalana, aunque existirían posibles interesados industriales como Bon Preu, pero estos quieren el 100%.