28 de octubre de 1920, un día para el recuerdo en la historia de Eibar. Desde aquella fecha, el municipio guipuzcoano ha vivido influencia por la presencia de Alfa. Aunque sus primeros 5 años de actividad estuvieron relacionados con la fabricación de armas, a partir de 1925 se centró en fabricar máquinas de coser.

Su gran implicación en la comarca, dando empleo a numerosos vecinos, ha hecho posible que Alfa no esté considerada como una empresa más de Eibar, sino que con el paso de los años ha dejado un auténtico legado de pertenencia al municipio. Incluso hay más, ya que los trabajadores de la fábrica han respondido durante décadas al nombre de alfistas.

Este y otros muchos motivos han sido los que han llevado al equipo de Alfa a rendir un caluroso homenaje al pueblo de Eibar en el año de su centenario.

La colocación de una lona gigante en la fachada de la empresa, una exposición en honor al centenario en Portalea Kultur Etxea, o el sonido de la auténtica sirena de Alfa, que antiguamente marcaba los tiempos de entrada y salida a la fábrica, han sido algunas de las acciones que se han llevado a cabo a lo largo del año para conmemorar el aniversario.

La famosa sirena, instalada hoy en el campo de fútbol de Ipurua y que suena cada vez que el Eibar marca un gol en casa, se ha escuchado en esta ocasión para recordar sus orígenes.

El año de la pandemia Al igual que aquel día de la apertura de Alfa, este año, 2020, va a quedarse en el recuerdo al coincidir con la pandemia provocada por el covid-19. Pero al contrario de lo que se podía imaginar en un principio, y si bien la crisis sanitaria ha retrasado algunos de los actos de celebración, ha generado un importante crecimiento de ventas de máquinas de coser, debido a una mayor disponibilidad de tiempo libre durante el confinamiento.

Al aumento de ventas hay que añadir que el equipo profesional de Alfa supo adelantarse a la demanda de los usuarios, ofreciendo contenidos de costura a diario y acciones variadas como la denominada Retos con Alfa, con una gran respuesta por parte de sus usuarios de máquinas de coser.

Tampoco hay que olvidarse de quienes aprovecharon los meses de confinamiento para rescatar del olvido su antigua máquina de coser. Para ellos, Alfa supo darles un servicio sin precedentes, digitalizando muchos de los manuales, lo que ha hecho posible que máquinas de hace más de 40 años se hayan vuelto a poner en marcha.