La entidad financiera vasca Kutxabank ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio neto de 160 millones de euros. Dicha cifra supone un recorte del 40% en comparación con los resultados del pasado año por las mismas fechas pero la realidad es que los efectos negativos de la pandemia de coronavirusen la actividad económica se notan en los resultados empresariales y más en los bancos que tienen que hacer frente a un escenario de tipos de interés cero, desconocido anteriormente, con lo que ello supone, por ejemplo, para los créditos hipotecarios concedidos cuyo rendimiento no han dejado de bajar de la mano de la caída de los euríbor de turno, y con un horizonte de más que probable incremento de la morosidad.

En este escenario, con prácticamente todas las entidades financieras del Estado atentas a posibles operaciones corporativas, que Kutxabank se mantenga con números positivos, logrando crecimientos en varias de las principales áreas comerciales, como seguros e hipotecas, y manteniendo los mayores niveles de solvencia del sistema del Estado español, es una buena noticia, máxime cuando la tasa de morosidad ha bajado a solo un 2,5%.

La entidad presidida por Goyo Villalabeitia y dirigida por Javier García Lurueña cerró septiembre con una fortaleza y solvencia notables, el Core Tier 1 está en el 17,5%, pero no es ajena a los efectos negativos que el confinamiento de primavera tuvo en la economía, ni a la compleja situación en la que se van a encontrar numerosos clientes en los próximos meses en un escenario de caída del PIB de más del 10%. Por ello, Kutxabank ha provisionado nada menos que 277 millones de euros por lo que pudiera pasar, lo que explicaría en gran parte la reducción del beneficio en un 40% .

Máxima prudencia

La entidad financiera resaltó que, en este escenario de incertidumbre generado por la pandemia, mantiene una «política de máxima prudencia» en el fortalecimiento de las coberturas. Por ello, ha destinado esos 277,4 millones de euros a dotaciones a lo largo de los nueve primeros del año, 146 millones más que en el mismo periodo en 2019.

Kutxabank, como el resto de la banca del Estado español que, en el caso de las cotizadas, está registrando el peor año bursátil de la historia, ya reconoce que los tipos de interés, que «continúan cayendo", seguirán así durante bastantes años. Una situación que está obligando a las entidades financieras menos solventes a moverse y buscar alianzas o fusiones.

Aunque el sector bancario ha optado por potenciar el negocio de gestión de activos fuera de balance ya que le reporta importantes ingresos en forma de comisiones, no parece ser suficiente para algunas entidades.

Por todo ello, en este escenario es destacable que Kutxabank haya logrado aumentar el margen bruto un 16,1%, hasta los 952,1 millones de euros, y sobre todo que haya batido sus mejores registros trimestrales en la contratación de créditos hipotecarios. De hecho, de julio a septiembre creció casi un 40%, al superar los 1.000 millones de euros.

Otro aspecto a resaltar es que el negocio crediticio total aumentó un 4,5% al pasado 30 de septiembre. La subida fue del 3% en los préstamos al consumo y del 40% en la financiación a largo plazo a las empresas, con el respaldo de una línea especial de crédito de más de 600 millones a través de Elkargi e ICO. Aparte, Kutxabank destinó otros 2.600 millones a créditos a pymes, instituciones y corporaciones para ayudarles a hacer frente a los efectos negativos en sus cuentas por la brusca caída de la actividad económica.

En fondos de inversión, Kutxabank y Fineco han alcanzado un volumen gestionado de 1.193 millones de euros, un 11,6% más interanual.

Con todo, los ingresos del negocio típico han bajado un 1,3% pero Kutxabank ha logrado 121 millones por la venta de los servicios de depositaría de fondos de inversión y EPSV, a Cecabank. Con estos extraordinarios ha podido aumentar las provisiones y seguir con las prejubilaciones en medio de la creciente digitalización del negocio bancario.