Uno de los conflictos laborales generados en Euskadi durante la crisis del covid se acerca a su fin. ITP Aero y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT alcanzaron ayer un preacuerdo para el ajuste laboral, que incluye la salida de 121 empleados de la fábrica de Zamudio con contrato eventual, más 42 prejubilaciones. En un principio se habían planteado 194 despidos en la planta vizcaina. El ajuste se reduce en todo el grupo, ya que de los 319 despidos previstos en Zamudio y las dos fábricas de Madrid (Alcobendas y Ajalvir) se pasa a 206.Según el preacuerdo, Ajalvir asimiliará 72 bajas y Alcobendas 13. ELA que preside el comité de Zamudio se ha desmarcado de un acuerdo cocinado a nivel estatal y que, al final, ha puesto el mayor esfuerzo precisamente en Euskadi.

Las prejubilaciones serán obligatorias para los mayores de 58 años, con un complemento del 85% para los salarios inferiores a los 50.000 euros brutos, y del 75% para los que superen esa cifra.

Según informaron los sindicatos que secundan el acuerdo, en total, saldrán de la fábrica vizcaína, la principal del grupo, 163 empleados, frente a los planes iniciales de la dirección de prescindir de 194.

La tercera medida pactada entre la dirección, UGT y CC.OO. es que se va a aplicar un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) que afectará a la totalidad de la plantilla durante los próximos 14 meses, hasta el 31 de diciembre del año que viene, con un máximo de 45 días de desempleo por cada empleado. Este ERTE se aplicará desde el 2 de noviembre, siempre que la plantilla ratifique el preacuerdo en una votación que se realizará el próximo martes.

El sindicato ELA, que tiene mayoría en el comité -10 de los 23 delegados- de la planta de Zamudio, rechazó este preacuerdo porque considera que la empresa ha logrado “más de lo que quería al inicio de la negociación: ha conseguido aligerar plantilla y ha obtenido un bolsín horario encubierto con ERTE, que permitirá flexibilizar la jornada del personal”.

Para este sindicato, tras anunciar el máximo accionista, Rolls Royce, su intención de vender ITP SAU, la empresa busca aligerar plantilla y reducir costes laborales para facilitar su venta. Tras varias semanas de enfrentamiento y tras fracasar ELA en el intento de que el recorte de la planta vizcaina, la sede, se negocie en Euskadi, el preacuerdo centra el ajuste en los eventuales y minimiza el impacto en la plantilla fija.

Tras ver recortada su capacidad de negocición, ELA consideró “muy negativo” el preacuerdo alcanzado en IPT, ya que “da la espalda” a las reivindicaciones de la plantilla al suponer “despidos inmediatos” e “impedir judicializar” el proceso. Según advirtió, el acuerdo permite a la empresa “mejorar sus previsiones iniciales”.

Según indicó el sindicato abertzale, el entendimiento entre la dirección y “los sindicatos estatales” es “una mala noticia ya que el acuerdo supone la destrucción de empleo inminente e impide judicializar el proceso para que los juzgados anulen el procedimiento”. Además, remarcó que el acuerdo “pasa por reconocer que las dificultades que está pasando la empresa son estructurales”, pese a que para el sindicato vasco son “coyunturales”, y, en consecuencia, “ponen en peligro el futuro del empleo y las condiciones laborales de la plantilla de Zamudio”.

ELA explicó que la propuesta que planteó en la mesa de negociación suponía “mantener todos los empleos a cambio de aplicar un ERTE para toda la plantilla con una afectación máxima de 35 días”, algo que “podía haber sido la alternativa al acuerdo alcanzado ayer”. En su opinión, “la empresa ha conseguido más de lo que pretendía al inicio de la negociación: aligerar plantilla y un bolsín horario encubierto con ERTE”.