Euskadi ha entrado en recesión tras encadenar dos trimestres seguidos de caída de su Producto Interior Bruto, que ha alcanzado un máximo histórico del 20,1 % entre abril y junio, como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia.

La crisis sanitaria de la pandemia de coronavirus y las medidas adoptadas para contener el avance de la enfermedad han propiciado un parón de la actividad durante dos meses que ha arrastrado a la economía de la Comunidad Autónoma Vasca a la mayor recesión de su historia moderna, un -20,1% de hundimiento del Producto Interior Bruto (PIB), "una caída de la economía vasca sin precedentes en tiempos de paz", según señalaron ayer responsables del Gobierno vasco con motivo de la presentación del avance de las cuentas correspondientes al segundo trimestre del presente 2020.

Como era de prever, la caída de la demanda interna, con el comercio y la hostelería al ralentí, junto con la compleja situación del gran tractor de la economía de Euskadi, la industria, en especial la ligada al sector del automóvil, han arrastrado a Euskadi a la recesión económica y, además, de una magnitud desconocida.

A la vista de los datos conocidos y de la compleja situación que se espera tras el verano pues los Expedientes de Regulación de Empleo temporales (ERTE) están paliando el primer golpe de la pandemia en las compañías, el panorama de otoño no se presenta muy optimista a la vista de los ajustes que presentan significativas empresas vascas como Sener, Tubacex, ITP Aero etc, debido a la notable reducción de la demanda.

Por ello, el Gobierno vasco advirtió ayer que, a falta de contar con datos definitivos, tendrá que revisar a la baja sus previsiones económicas para el presente ejercicio después de que de que el PIB vasco haya registrado una caída interanual en el segundo trimestre del referido 20,1%.

El Ejecutivo vasco, según señalaron ayer el consejero de Hacienda y Economía, Pedro Azpiazu y el viceconsejero de Presupuestos, Alberto Alberdi, ya contemplan un escenario macroeconómico para este año 2020 que incluye una caída del PIB de la CAV de al menos el 10%, algo que "no tiene precedentes en la historia".

El consejero, Pedro Azpiazu, -que además de por Alberto Alberdi, también estuvo acompañado por el director de Economía y Planificación, Jordi Campás-, valoró el Avance de Cuentas Trimestrales de Eustat y señaló que los datos del segundo trimestre muestran que la fuerte caída del PIB ha ido acompañada, lógicamente, por una reducción de los puestos de trabajo. El recorte en el empleo ha alcanzado el 19,8%, y eso que en parte se ha visto suavizado por la posibilidad que han tenido las empresas de acogerse a los citados ERTE.

Para hacerse una idea de la complicada situación actual hay que tener en cuenta que los números reales son apreciablemente peores que los que se manejaban hasta ahora pues como se recordará el departamento vasco de Economía y Hacienda contemplaba una caída del orden del -13,4% en el PIB y del entorno del -10,7%, en el empleo.

Revisión a la baja en setiembre

El consejero Azpiazu indicó que aunque los datos definitivos serán conocidos el 18 de septiembre, "todo parece constatar" que previsiblemente tendrá que proceder a una revisión "a la baja" del crecimiento económico y del empleo. Como se recordará, las últimas estimaciones de Lakua eran de una caída del PIB en Euskadi del -8,7% este año y un crecimiento para 2021 del +6,7%.

El consejero explicó que revisarán el cuadro macroeconómico cuando dispongan de los datos definitivos, el próximo 18 de septiembre, de las cuentas económicas del segundo trimestre, ya que considera adecuado hacerlo entonces de cara a afrontar la elaboración de los próximos Presupuestos de la CAV.

Aunque los responsables del Gobierno reconocieron que la caída de la economía es "muy intensa", algo que está ocurriendo también en el resto de países europeos, quisieron mostrarse más optimistas respecto a la evolución en la segunda mitad del año. Azpiazu señaló que espera que la economía mejore pero advirtió que dependerá de cómo se produzca la desescalada y de que no se produzca una recaída que vuelva a "restar movilidad o actividad económica".

PIB. La economía de la Comunidad Autónoma Vasca ha entrado oficialmente en recesión al contabilizarse dos trimestres consecutivos con recortes del PIB, según Eustat. En el primer trimestre cayó un -3,2% y en el segundo trimestre, un -20,1%. Los datos son mucho peores que los de las previsiones iniciales del Gobierno vasco que contemplaba una caída de la economía del 13,4%

El consejero Pedro Azpiazu señaló que la economía vasca está en una situación excepcional «a la que le debe corresponder una respuesta excepcional».

-19%

el empleo en la Comunidad Autónoma Vasca cayó un 19,8% en el segundo trimestre del presente año, según los datos del Eustat. El Ejecutivo vasco estimaba en sus primeras previsiones un recorte del 10,7%