El Gobierno vasco anunció hace dos semanas una ampliación del plan Renove de vehículos y los concesionarios ya notan el tirón. Los datos de ventas de mayo están muy lejos de los del mismo mes del pasado año, pero el sector coincide en que la situación ha mejorado respecto a abril, en especial en los últimos días. La asociación vizcaina del sector confía en que junio dé continuidad a esta incipiente recuperación para ir poco a poco acercando las ventas a los niveles de 2019. Aún queda un trecho para volver al escenario anterior a la crisis sanitaria, pero se calcula que gracias a las ayudas junio va a ser menos malo de lo previsto.

La previsión inicial que se manejaba en Euskadi era cerrar junio con una bajada de las matriculaciones de en torno al 40% en comparación con el mismo mes del año pasado, repasa Jon Lekue, director de Autonervión y presidente de la Asociación de Concesionarios de Bizkaia. Pero la “agilidad y rapidez” del plan Renove va a permitir acortar ese margen negativo, sostiene Lekue, que prefiere no aventurar una cifra pero sí deja claro que las cosas van a ir “un poco mejor” de lo previsto.

Hay que recordar que el sector viene de dos meses prácticamente en blanco, con un desplome total en abril (solo se vendieron 60 coches) y un descenso de ventas del 62% en mayo. Sin embargo, las sensaciones que dejan un mes y otro no tienen nada que ver. La reapertura de los concesionarios el 11 de mayo supuso una primera luz al final del túnel, alimentada con el anuncio, diez días más tarde, de una ampliación del plan vasco de ayudas para cambiar de coche.

Solo aquella declaración de intenciones por parte de la consejera del ramo, Arantxa Tapia, tuvo un impacto positivo a nivel de visitas en los puntos de venta. En algunos casos ese movimiento sirvió para concretar un buen puñado de operaciones que, aunque no salvan el mes de mayo, suponen un balón de oxígeno. Josu Cortazar, director del Grupo Meuri, señala incluso que el número de pedidos en la última semana de mayo fue muy similar al registrado en ese mismo periodo del año pasado. Un dato que hay que tomar con cautela por un posible “efecto concentración” de las ventas en esa semana después de dos meses de parón pero que, aun así, es “un buen síntoma”.

“Está claro que el hecho de que se haya dado a conocer que hay nuevas ayudas ha sido muy importante”, indica Cortazar, y recuerda que la versión anterior del Renove activado en enero no había generado movimiento. Era necesario dar un empujón al programa de ayudas, coinciden los profesionales, que en líneas generales valoran positivamente las nuevas condiciones fijadas por el departamento de Desarrollo Económico este pasado lunes.

Así, la ayuda para la compra de un coche diésel o gasolina (siempre con calificación energética A como en ediciones anteriores del Renove) pasa de 1.000 a 2.000 euros. Algo más alta sería la ayuda para la compra de un híbrido o un eléctrico puro, en ese último caso 3.000 euros.

El nuevo sistema de ayudas, que tiene carácter retroactivo desde el 30 de enero, incluye también otras novedades para poder abarcar a un mayor número de operaciones. Por un lado entran en el programa vehículos denominados kilómetro 0, es decir, con un uso mínimo. Un paso muy aplaudido por el sector que, eso sí, demanda fijar el listón en un volumen de kilometraje mayor que los 100 km actuales.

Por otro lado, se amplía hasta los 80.000 euros el precio máximo subvencionable en el caso de las furgonetas eléctricas de Mercedes-Gasteiz en un intento de dar un impulso a la mayor factoría de Euskadi. El Renove alcanza un presupuesto global de 10 millones, el doble que lo establecido antes de la pandemia.

El cambio de condiciones comunicado el pasado lunes a los portavoces del sector, entre ellos el propio Lekue, ha servido para ampliar el interés generado una semana atrás. Los dos días posteriores a hacerse pública la nueva ayuda, el martes y el miércoles, han sido de mucho trajín para los vendedores de Autonervión, señala su director, con muchos clientes preguntando por los pormenores del Renove. En todo caso, y aunque los incentivos ayudan, hay una cuestión vital en ese esperado proceso de recuperación de las ventas, incide Lekue, como es el fin de las restricciones a la movilidad y el regreso a los centros de trabajo con normalidad.

“El que tiene una casa en Cantabria, por ejemplo, en el momento en que pueda ir se va a acordar del coche. Si estaba pensando en cambiarlo ahora puede tomar la decisión de hacerlo. Lo mismo ocurre con quien haya estado teletrabajando y ahora vuelva a desplazarse para ir a su puesto”, señala. Además, el presidente de los concesionarios vizcainos pone el foco en las consecuencias económicas de la pandemia. “El que está en ERTE probablemente no va a cambiar de coche. Si la gente va saliendo y ve asegurado su empleo pues todo eso poco a poco nos va a ayudar”, dice Lekue.

En esa línea, el máximo responsable de Meuri valora que el Ejecutivo vasco “haya escuchado” al sector, y recuerda la importancia que tiene la automoción para la industria vasca. Además de repercutir positivamente en el medio ambiente, reducir el consumo y mejorar la seguridad, Cortazar cree que el Renove de automoción debe mantenerse como “una apuesta de país” que asegure el empleo en el sector y blinde los ingresos de las administraciones.