Lanbide retomará la enseñanza presencial en los cursos de formación para el empleo de forma escalonada a partir del próximo 25 de mayo. De este modo, ha comunicado a los 140 centros formativos colaboradores que imparten esta formación que podrán reanudar las clases presenciales siguiendo una serie de pautas marcadas por el propio organismo y tras diseñar un plan de contingencia para reducir el riesgo sanitario.

Según ha informado el Departamento vasco de Empleo y Políticas Sociales, el servicio vasco de Empleo ha adoptado esta decisión siguiendo las directrices marcadas por las instituciones en materia de Salud y Educación, y "asumiendo los mismos ritmos" marcados en Euskadi por el Departamento de Educación del Gobierno vasco para la FP reglada.

El director general de Lanbide, Borja Belandia, ha remarcado que "los cursos de formación para el empleo son y va a ser de vital importancia para hacer frente a la situación actual". En todo caso, ha precisado que la vuelta a las aulas será gradual y "siempre respetando las medidas de seguridad impulsadas por Salud y Educación. "Iremos acompasados con la FP", ha señalado.

Las 2.232 acciones formativas que quedaron paralizadas a mediados de marzo por la pandemia de coronavirus podrán, de esta forma, volver a ponerse en marcha desde el próximo 25 de mayo de manera escalonada. Esta medida incluye acciones formativas y módulos de prácticas no laborales, "si son posibles".

Además, otras 1.223 acciones que quedaron pendientes y que tienen como fecha de desarrollo este 2020 podrían comenzar a partir del 1 de junio, según se ha establecido.

MEDIDAS DE SEGURIDAD E HIGIÉNE

Para ello, cada centro de formación colaborador de Lanbide y que oferte un curso concreto deberá, previamente, realizar un Plan de Contingencia para reducir el riesgo de exposición a la covid-19. En todo caso, Lanbide, siguiendo instrucciones sanitarias, ha establecido unos requisitos mínimos que todos los centros colaboradores deberán cumplir.

Entre esos criterios, se encuentran adoptar "todas las medidas de limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso de sus instalaciones" y poner a disposición del alumnado la provisión necesaria de productos de higiene y desinfección.

También se ha planteado organizar la circulación de las personas y modificación de la distribución de espacios, con el objetivo de garantizar el mantenimiento de las distancias de seguridad interpersonal exigidas en cada momento por la autoridad sanitaria.

El uso de mascarillas y guantes será obligatorio, tanto para el alumnado como para personal docente y no docente del centro, que deberá proveer del material de protección necesario a todos los trabajadores y a todo el alumnado.

La distancia mínima de seguridad por puesto formativo será de 2 metros. En las aulas o talleres en los que no sea posible mantener esa distancia, se tendrá que establecer una planificación de la formación con desdoblamientos de los grupos o se instalarán otras medidas alternativas que prevengan la infección como mamparas de metacrilato. Estas medidas alternativas habrán de ser validadas por el correspondiente Servicio de Prevención y Salud Laboral.

Se limitará "al máximo posible" el empleo de documentos en papel y su circulación y los lugares de atención al público dispondrán de medidas de separación entre trabajadores de la entidad de formación y usuarios.

En cualquier caso, Lanbide ha dispuesto que todas estas medidas de prevención e higiene básicas podrán ser revisadas en función de las decisiones que la administración sanitaria vaya determinando. En este retorno a las aulas, serán los centros formativos quienes informen al alumnado de los pasos que se van a dar en el curso en el que participan.

MAS DE 25.000 PERSONAS

En función de los datos aportados por Lanbide, hasta mediados del mes de marzo, el servicio vasco de salud tenía subvencionadas 2.232 acciones formativas que quedaron en suspenso, en 140 centros diferentes. Estas acciones comprendían cursos de 23 familias profesionales diferentes y en ellos participaban como estudiantes 25.985 personas.

Además, Lanbide cuenta con 1.223 acciones formativas adicionales que cuentan con autorización para proceder a su inicio, aunque no ha llegado a producirse como consecuencia del parón provocado por la expansión de la covid-19.