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CAROLINA PÉREZ TOLEDO PRESIDENTA DE AED

"El parón es dramático para las micropymes y autónomos vascos"

"El parón es dramático para las micropymes y autónomos vascos"Fotografía Oskar Martinez

Directiva y socia de Learnlight, empresa EdTech que ofrece un completa variedad de cursos de idiomas y habilidades on line y mixtos que ayudan a los profesionales en el mundo empresarial, Carolina Pérez Toledo, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Bizkaia (AED) y vicepresidenta de Cebek, muestra su preocupación por las catastróficas consecuencias que traerá para la economía vasca el decreto de Sánchez que paraliza todas las actividades productivas no esenciales. Hace una semana se mostraba esperanzada porque esto no sucedería, ahora la Asociación que preside hace suyo el sentir de la patronal vasca, Confebask y de las asociaciones empresariales Adegi, Sea y Cebek y del Gobierno vasco, “porque no se ha tenido en cuenta las diferentes realidades de los territorios”, se lamenta.

¿Por qué uniforma ahora el Gobierno central su decisión sin tener en cuenta las diferencias del tejido industrial y productivo de los distintos territorios?

— Está claro que tomar decisiones no es nada fácil y el que lo debe de hacer intenta basarse en datos que, supongo que es lo que ha hecho el Gobierno central. En cualquier caso discrepo del decreto paralizador, porque no se ha tenido en cuenta que el Estado lo componen diferentes realidades y la nuestra es más industrial que en otras zonas. Además, en Euskadi ya se habían conseguido acuerdos en muchas empresas con los trabajadores y los sindicatos para garantizar su salud y había de facto una actividad mínima que nos permitiría cuando salgamos de esta crisis sanitaria tener mejor posición ante la crisis económica que nos llegará.

¿Llevar a cero la actividad industrial traerá consecuencias catastróficas para la economía vasca?

—La salud pública es una cuestión prioritaria que requiere la colaboración de toda la sociedad. Sin embargo, creo que es compatible con el funcionamiento de cierta actividad empresarial, siempre extremando las precauciones de salud de los y las trabajadores que contribuiría a suavizar la grave crisis que se avecina. En Euskadi contamos con una actividad industrial importante y llevarla a cero traerá unas consecuencias catastróficas. Salvo Italia, ningún otro país europeo ha parado la producción industrial por completo; además, el decreto no contempla que la situación es temporal y que saldremos de ella.

Ya estábamos en ralentí, ¿bajando a cero tardaremos mucho más en retomar la actividad?

—Hay empresas que con el parón a cero no volverán a recuperar su actividad habitual, les costará muchísimo y otras ni siquiera podrán mantenerse porque habrán perdido tanto que no estarán en condiciones de retomar el ritmo en el que estaban antes del ralentí; por eso la importancia de mantener una mínima actividad.

¿Podría ser que esta medida se haya adoptado por la crítica situación que atraviesa Madrid?

—Pienso que como las medidas están centralizadas, no han tenido en cuenta la situación de cada Comunidad; están basadas en la gravedad de los datos sanitarios, pero teniendo esa sensibilidad no todos los territorios están afectados del mismo modo. Igual que se toman distintas alternativas sanitarias en los diferentes territorios, creo que se tendría que haber tenido en cuenta la propuesta del Gobierno vasco expuesta por el lehendakari Iñigo Urkullu.

Se ha planteado una disyuntiva entre crisis sanitaria y desarrollo económico. ¿No podría haberse conjugado una solución?

—Sí. Porque no son incompatibles. Creíamos que con los acuerdos alcanzados en las empresas podía mantenerse la actividad actual con seguridad; ha sido una sorpresa que haya ganado la corriente del Gobierno Sánchez partidaria de parar la actividad.

Se habla de grandes empresas, ¿pero no es más grave lo que sucederá en las medianas y aún mayor en las pymes y autónomos?

—En Euskadi, la tipología media de empresa que tenemos son pymes y micropymes. Casi el 95% son empresas pequeñas, medianas, micropymes y muchísimos autónomos que se están viendo muy afectados, sin olvidar que son las grandes empresas de este país las que mantienen un gran nivel de empleo y también de pago de impuestos; aquí, importantes somos todos, no nos sobra ninguna actividad. Aunque sí que es verdad que las pequeñas empresas y los autónomos están padeciendo mucho.

¿Micropymes y autónomos son los grandes afectados?

—Sí. Es cierto que cuando se habla de actividad industrial todo el mundo piensa en las grandes empresas, afectadas y que manejan un importante número de trabajadores y trabajadoras, pero quiero hacerme un poco eco de estos dos colectivos empresariales mayoritarios en nuestro tejido industrial vasco; muchas micropymes que tienen menos de cinco trabajadores y muchos de los autónomos con empleados no se ven amparados por los ERTE.

¿Por qué?

—La gran complicación para estos pequeños empresarios/as es que se les obliga a contratar durante seis meses después de superada la alarma sanitaria y no saben cómo van a salir de ella, ni si saldrán.

Pero se han adoptado partidas económicas para ayudarles

—Las medidas tomadas son buenas, pero habrá que bajarlas a tierra y adaptarlas a cada situación. Porque los préstamos a coste cero también tienen sus gastos, sin olvidar que hay que devolverlos. Para ello hay que crear actividad suficiente que ahora no se puede. Por otro lado, las administraciones deben analizar los impuestos y ser sensibles, como la Diputación foral de Bizkaia que los está aplazando. Porque si no es así, vamos a pagar los impuestos con los créditos que nos estén dando.

¿La Administración está respondiendo a las necesidades de las pymes y los autónomos?

—La Administración está colapsada; en AED tenemos muchas consultas sobre los ERTE, porque cuando llaman con dudas no les cogen el teléfono. Pediría a la Administración que arbitre soluciones para atender a los miles de personas que demandan su ayuda. Igual que la sociedad lo está haciendo, la administración debe resolver esta situación; si no tiene personal suficiente para resolver las dudas que busque soluciones; no puede seguir colapsada. En economía lo peor que puede pasar es la incertidumbre. AED tiene asociadas muchas micropymes de sectores afectadísimos que no encuentran el apoyo que necesitan y se encuentran en situación de gran vulnerabilidad

¿Ve la situación actual como de total incertidumbre?

—Sí, aunque la realidad va cambiando de un día para otro con decretos y legislaciones; lo ideal hubiera sido que este decreto se hubiera pactado con patronales, sindicatos y gobierno; y haber consensuado las actividades para que ocurriese lo del domingo, que el trabajador o trabajadora no sabía si tenía que ir a trabajar o no. No se tendría que haber hecho vía decreto, sino pactar, y en todo caso, podría haberse esperado una semana más, para que el parón fuera en Semana Santa coincidiendo con las vacaciones para minimizar el impacto. Hubiera sido deseable el acuerdo, no la imposición.

“La Administración debe buscar soluciones y atender a las empresas que les llaman para informarse de los ERTE”

“El 95% de nuestro tejido empresarial son micropymes de menos de cinco trabajadores y autónomos”

“El Gobierno central tenía que haber tenido en cuenta la opinión del empresariado y del Ejecutivo vasco”