La industria vasca, en especial la ligada al sector del metal, que ya tiene que asumir los problemas derivados directamente de los efectos de la pandemia y de la caída de la demanda, está siendo afectada, además, por la improvisación del Gobierno español que ha gestionado un parón de la actividad no esencial este fin de semana de forma poco apropiada, según el empresariado de Euskadi, que achaca al Ejecutivo Sánchez no entender cómo funciona una planta industrial y de aprobar, a última hora del domingo, unas normas prácticamente imposibles de aplicar en 24 horas sin dar problemas añadidos. Algo que ha generado un evidente malestar en las empresas siderúrgicas vascas. El director general de la organización empresarial del sector Unesid, Andrés Barceló, señaló que el decreto gubernamental “es una chapuza” y el presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, destacó que en las formas “no se podía haber hecho peor”.

Hasta tal punto la decisión de parar servicios no esenciales ha sido adoptada por Madrid con el tradicional desconocimiento de lo que es un sector como el siderúrgico que ayer todavía compañías como Celsa Nervacero, Sidenor o Aceros Olarra enviaron una circular a sus trabajadores dando por hecho de que iban a mantener la actividad a la vista de los primeros borradores que se filtraron desde el Gobierno de coalición. De hecho se espera que hoy se vuelva a cambiar, oficialmente “aclarar”, el Real Decreto 10/2020 para considerar que la siderurgia, o al menos parte de ella, es una “actividad esencial”. En este contexto, compañías como Nervacero-Celsa han avisado a sus trabajadores de que estén preparados para llevar a cabo el arranque de nuevo y el calentamiento del horno de laminación.

Por los visto alguien en el Gobierno español ignora, según el sector vasco del Metal, que en la siderurgia, los hornos no se pueden parar de un momento a otro sin comprometer las instalaciones aunque sean eléctricos. Si son hornos altos, como los de Arcelor en Asturias no se pueden parar sin estropearlos para meses.

Aunque la ministra de Trabajo, Yolanda Díez, afirmó ayer que no hubo “improvisación”, ni discusión entre las dos ramas de Gobierno para aprobar el decreto, las palabras del ministro de Transporte, José Luis Ábalos en TVE, según Efe, no dejan en limpio que todo el mundo tuviese claro la letra pequeña. Según Ábalos hay actividades, que no son esenciales para la economía pero sí para alguna comunidad autónoma, y que se habían tenido en cuenta, como las conserveras en Galicia o los altos hornos en el País Vasco, que no pueden dejar de funcionar. Obviamente los hornos altos no se pueden parar pero ya no están en Euskadi sino en Asturias.

Además desde las empresas siderúrgicas recuerdan que ellas elaboran, por ejemplo, la chapa que sirve para hacer las latas de conservas de los alimentos o los botes de las bebidas. ArcelorMittal produce en su planta vasca de Etxebarri la hojalata para los citados envases. Y lo elabora con un acero que también es necesario, por ejemplo, para hacer los tubos de las camas de hospital que se están instalando de urgencia.

En Unesid, recogiendo el sentir de toda la siderurgia vasca, han pedido al Gobierno español que les aclare que pasa, por ejemplo, con los barcos que traen materias primas que están a punto de entrar a puerto o con los productos ya manufacturados que hay que exportar porque los clientes en medio mundo los esperan y un retraso puede suponer penalizaciones económicas o pérdida del cliente si encuentran otros proveedores.

De ahí el malestar del sector siderúrgico expresado crudamente por Barceló al valorar la norma de parar la actividad no esencial. “Creíamos que algunas actividades iban a estar. El Gobierno tiene toda la legitimidad y autoridad para hacerlo, pero no para hacer una chapuza”. Se han tomado ciertas decisiones “poco meditadas” y que para el sector de la siderurgia son “básicas”.

En este sentido, reiteró que hay instalaciones, como los altos hornos, que no se pueden parar, y plantas en las que se fabrican aceros que se usan en suministros hospitalarios, compañías energéticas o el sector agroalimentario. “Hay cosas que no se pueden cerrar en 16 horas y menos por la noche, cuando la gente tiene la mala costumbre de dormir”, afirmó Andrés Barceló.

Este domingo, la mayoría de las compañías vascas habían hecho sus planes en función del primer decreto que el Gobierno Sánchez había filtrado. Una regulación conservadora con la que buena parte del tejido económico vasco se libraba. Pero a las 23.36h. del domingo se conoció la redacción definitiva, mucho más restrictiva. Eso obligó a cambiar planes sobre la marcha en empresas que trabajan a turnos porque las 24 horas de moratoria no daban mucho margen a las compañías para hacer el parón ordenadamente sin añadir más pérdidas a las ya evidentes.

Y lo de la siderurgia ha pasado también en otros sectores ligados al sector del metal como el aeronáutico, el de movilidad o el energético. ITP Aero que trabajó ayer parará hoy la actividad industrial aunque mantendrá las personas en teletrabajo

En Siemens Gamesa, parte de la actividad se mantiene al ser esencial porque está ligada al mantenimiento y el resto se detiene o puede ser realizada mediante teletrabajo como el diseño o la administración. Como se puede suponer gestionar una empresa con tres actividades distintas afectadas añade aún más problemas.

En este contexto, otra siderúrgica vasca como Tubos Reunidos ya anunció que parará del todo y presentará un ERTE en las plantas de Trapagaran y Amurrio.

Consumo de energía. El parón de la economía por el estado de alarma decretado para combatir al Covid-19 especialmente en la industria ligada al sector del metal ha ocasionado un derrumbe de hasta el 90% en el consumo eléctrico, una circunstancia que previsiblemente se generalizará aún más tras la decisión de cerrar, entre ayer y hoy, todas las actividades no esenciales. Ayer al mediodía la demanda eléctrica en general, no solo la industria, caía un 4,5% respecto al lunes precedente, según REE.

Siderurgia. El Gobierno español no ha considerado a la siderurgia como actividad esencial soslayando que el acero es necesario para elaborar desde la hojalata para las latas de conservas y botes de bebidas a los tubos de las camas para los centros hospitalarios.

Acerías vascas. Los borradores iniciales del Real Decreto del Gobierno conocidos durante el día de ayer dieron pie a que compañías vascas como Sidenor, Nervacero o Olarra contemplasen mantener la actividad .

El presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, reconoce la dificultad del Gobierno español para hacer el decreto pero, en cuanto a las formas, sí cree, que “no se puede hacer peor”.

El director de Unesid, Andrés Barceló, considera que “el Gobierno tiene toda la legitimidad y autoridad para hacerlo, pero no para hacer una chapuza”.