bilbao - El virus de la desaceleración no está afectando a los tres territorios históricos de la CAV de igual forma y en el tramo final del año pasado se registraron diferentes ritmos de crecimiento, ligados a la estructura económica de cada herrialde. El parón en las exportaciones y en la producción industrial es denominador común, pero el principal alimento en estos momentos de la actividad, el sector servicios y el consumo, tiene un mayor impacto en Bizkaia, que es por ello el territorio que lidera en estos momentos el Producto Interior Bruto de Euskadi. En concreto, la economía vizcaina creció en el tercer trimestre del año pasado -último hecho público- un 2,3%, un par de pasos por delante de Gipuzkoa (2,1%) y a una distancia notable de Araba (1,6%).

Son datos extraídos del último Boletín de Coyuntura Económica y Fiscal de la Diputación de Bizkaia, al que ha tenido acceso DEIA y que mantiene en el 2,2% la previsión de crecimiento para el conjunto de 2019, la misma cifra que maneja el Gobierno vasco para el conjunto de la CAV. De cumplirse esa expectativa, el PIB vizcaino mantendría el tipo en el último trimestre del año y solo reduciría su ritmo en una décima en relación al periodo que comprende julio y septiembre, a pesar de las sombras que proyectan los diferentes focos de incertidumbre.

De cara a este año, la Diputación calcula un crecimiento del 1,9%, que se alinea también con la previsión del Lakua para Euskadi y que refuerza el papel de Bizkaia como principal locomotora de la economía vasca y su capacidad para amortiguar los menores ritmos de los otros dos territorios. A la espera de conocer la evolución del PIB en el conjunto de 2019 -Eustat hará público un primer avance dentro de dos semanas- y pese a la ralentización, los datos que se van conociendo demuestran que la economía vizcaina está respondiendo con fortaleza al nuevo ciclo económico y a los factores exógenos que están frenando su avance.

De hecho, la Diputación foral destaca en su último informe de coyuntura que la "economía de Bizkaia coge impulso respecto a los dos primeros trimestres de 2019 y crece por encima de la media de la CAPV". Ocurre básicamente que el PIB vizcaíno avanzó un 0,7% en el tercer trimestre del año, una décima más que en el anterior, en términos trimestrales. En cambio, Gipuzkoa se dejó tres décimas en ese periodo y Araba creció dos décimas menos. Ese rebote en el tercer trimestre permitió a Bizkaia romper con la inercia a la baja y crecer un 2,3% interanual frente al 2,1% de los trimestre anteriores.

evolución sectorial En su análisis, la Diputación vizcaina destaca a su vez que "crecen todos los sectores, salvo el primario". Bajando al detalle, el boletín de coyuntura económica incide en que "si bien los servicios siguen siendo el principal motor de la producción, se aprecian síntomas de ralentización en su evolución". En cambio, la industria "ofrece avances en la senda hacia la recuperación" debido "al empuje de la energía". Por último, en "la construcción, aunque se mantiene el crecimiento, este pierde vigor".

En definitiva, se dibuja un escenario de desaceleración, con menor intensidad de la actividad en todos los sectores, si bien se percibe una estabilización o, si se quiere, una caída menos pronunciada de lo que se intuía en un principio.

Algunos analistas ya han anticipado que el clima económico no es tan frío como se temía y estiman que cabe la posibilidad de que en la segunda parte de este año que acaba de comenzar se produzca un rebote del PIB de las locomotoras de la eurozona. En ese caso, que se daría si se resuelven cuestiones como la guerra comercial entre EE.UU. y China -un frente que ha mejorado notablemente en el último mes con el preacuerdo parcial alcanzado- o el Brexit, las empresas vascas lo notarían en los mercados exteriores y la industria acompañaría con mayor intensidad a los servicios como elemento tractor del PIB.

En cuanto al análisis sobre la recaudación fiscal, la Diputación vizcaina sostiene que, "aunque algunas figuras impositivas se resienten" por el menor ritmo de crecimiento de la economía, los impuestos "siguen al alza". Del mismo modo, destaca la "trayectoria firme de las retenciones de trabajo gracias al efecto conjunto de la positiva evolución de la contratación y del aumento en los salarios". Son aspectos que refuerzan el terreno sobre el que se asienta la economía.