Bilbao - Bizkaia recaudará el próximo año 193 millones euros más que este ejercicio, según los datos avanzados en el Consejo de Finanzas del pasado viernes, lo que representa un incremento del 2,4% hasta los 8.141 millones. El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, explicó ayer ante las Juntas Generales que las previsiones son que lo recaudado por IRPF siga creciendo, como consecuencia de una mejora del empleo, mientras que el Impuesto de Sociedades sufrirá una merma debido a la bajada de dos puntos en el tipo que se aplicará siguiendo lo pactado en la última reforma fiscal. “Sí advertimos una desaceleración; el crecimiento del PIB se situará en el 2%, que todavía es un porcentaje importante también para la creación de empleo. Es una situación buena, sin alarmismos. ¿Puede ir a peor? Nosotros no oteamos que vaya a ir a peor, por el nivel de crecimiento del PIB”, advirtió Rementeria.

El Consejo Vasco de Finanzas celebró su reunión ordinaria el pasado 11 de octubre, tanto para fijar las aportaciones de cada territorio al mantenimiento de las cargas de la CAV en 2019 y al fondo general de ajuste, como para fijar las estimaciones de las aportaciones y la recaudación para el próximo año.

En el caso de Bizkaia, las previsiones -sobre las que cada Diputación elabora después sus presupuestos- son que el próximo año se recauden por tributos concertados 8.141 millones de euros, más de la mitad de los 15.767 millones que se ingresarán en el conjunto de los tres territorios. Este incremento global en la CAV está ligado, dijo, a la previsión del crecimiento de la economía vasca, del 2% en el PIB. Esos 8.141 millones de euros representan un 2,4% más que los 7.947 millones con los que se espera cerrar este año 2019.

En el territorio vizcaino, los impuestos directos crecerán un 4,4%, principalmente “por la continuación en la creación de empleo neto y también por las mejoras salariales que van por sectores”. Aunque la recaudación por IRPF pasará de 2.922,5 a 3.051,7 millones de euros, el Impuesto de Sociedades se contraerá de 785,5 a 769,7, un descenso del 2% por la reducción prevista del tipo impositivo hasta el 24% para empresas y el 19% para las pymes. En IVA se ingresarán 2.018,9 millones de euros, un 1,1% más, mientras que los impuestos especiales crecerán un 2% hasta los 828,7 millones.

Rementeria también informó a los grupos junteros de las previsiones de cierre de este año 2019, en el que se recaudarán 207 millones de euros más (2,7 %) que el año pasado y un 1% más que lo inicialmente previsto.

En cuanto a las aportaciones de las diputaciones a las instituciones comunes en 2020, el Consejo Vasco de Finanzas acordó un importe global de 10.473 millones de euros, de los que Bizkaia aportará el 50,39%, Araba el 16,27% y el 33,34% Gipuzkoa. De esta forma, el territorio vizcaino destinará 5.277,3 millones de euros a las instituciones comunes, con un porcentaje ligeramente inferior a 2019 y que siempre ha estado por encima del 50%, según el histórico que recordó Rementeria.

En la reunión del CVF también se estableció el fondo interinstitucional de servicios sociales, que inicialmente se dotó con 10 millones y que después se elevó a 20, montante que también se mantendrá el próximo año. Manteniendo los mismo coeficientes horizontales y verticales, Bizkaia aportará algo más de tres millones de euros, mientras que recibirá diez. Respecto al fondo de emergencias propuesto por la propia Diputación vizcaina, las instituciones se comprometieron a avanzar en su constitución para la próxima reunión del órgano.

Desde la oposición, EH Bildu consideró que las previsiones son “demasiado optimistas” y mostró su disconformidad con el actual sistema impositivo. “Está bien que se recaude más pero debemos recaudar también bien, y cada vez lo hacemos peor”, lamentó su apoderada Arantza Urkaregi. La portavoz de Elkarrekin Bizkaia, Eneritz de Madariaga, expuso también sus dudas ante las previsiones y criticó que “la recaudación crece a costa de exprimir a la clase trabajadora”, mientras que desde el Grupo Mixto Popular Amaya Fernández insistió en la necesidad de acometer una reforma fiscal para reducir la presión fiscal y urgió a reducir la deuda de la Diputación.

A este último respecto, Rementeria recordó que el endeudamiento en Bizkaia está por debajo del 20% del PIB, mientras que en el Estado supera el 100%, y que disminuir la deuda supondría “entrar en déficit”, algo que “ni podemos ni queremos”. Finalmente, reiteró que las instituciones vascas siguen trabajando en la nueva Ley de Aportaciones, lo cual “no significa que el modelo actual no funcione”.