BILBAO. Los pensionistas vascos se han concentrado un lunes más ante el Ayuntamiento de Bilbao para exigir a los políticos que "no se burlen de las personas mayores", que salieron a la calle por primera vez hace ya 18 meses para luchar por unas "pensiones dignas".

En esta ocasión, los pensionistas han protestado por la inversión de más de 2.300 millones de euros en distintos vehículos militares.

Según ellos, "los políticos han cambiado los bienes sociales por los militaristas" y "se han olvidado de las necesidades de los mayores".

La Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales ha demostrado que el objetivo de reducir en un veinte por ciento la pobreza en Eislado "no ha tenido éxito, ya que en 2018 más de 270.000 personas en Euskadi se encontraron en situación de pobreza real".

Así, los pensionistas han exigido "que se pague el dinero que se debe a la caja de pensiones".

Una portavoz del Movimiento ha afirmado que las disculpas del secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, por haber permitido que en 2008 hubiera tres millones y medio de parados "no valen".

"No sabemos qué quiere decir, pero no le creemos -ha dicho la portavoz-. Sabemos que no es una crisis; es una estafa".

Así, aunque la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, ha comentado que "la inestabilidad de las pensiones se arreglará en 4 ó 5 años", la portavoz de los pensionistas vascos ha asegurado que "el 1 de enero de 2020 no van a permitir otra vez el 0,25".

Por eso, los pensionistas del movimiento vizcaino han pedido al Gobierno vasco que les ayude a exigir al Congreso "que se cumplan sus reivindicaciones, que se conviertan en ley".

El Movimiento de Pensionistas de Bizkaia apuesta por un gobierno que acabe con la ley mordaza y con "todas las leyes que niegan derechos y libertades" y defiende la participación de toda la sociedad en las movilizaciones previstas para "alcanzar el éxito".

Para los pensionistas vascos, "la única batalla que no se gana, es la que se abandona".