BILBAO - El comité de empresa de Productos Tubulares, la fábrica de Tubos Reunidos situada en Trapagaran, ha rechazado el planteamiento de la compañía de retirar el ERE temporal a cambio de un acuerdo para sellar la paz social, y reclamó ayer en un comunicado la retirada “inmediata” del expediente “sin que esté sujeta a ningún tipo de negociación”.

La semana pasada la dirección de Productos Tubulares transmitió al comité su intención de suspender definitivamente el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que se activó hace año y medio aunque nunca ha llegado a aplicarse. Era una medida preventiva en el caso de que la situación del mercado siguiera empeorando, si bien no ha sido necesaria su aplicación en Trapagaran.

La propuesta de la empresa iba acompañada de la petición al comité de firmar un acuerdo para garantizar la plena normalidad en la producción. Eso supondría dos compromisos, el de volver a contar con la disposición de la plantilla para trabajar los fines de semana y, por otro lado, reducir el impacto de las posibles jornadas de huelga que se convoquen en el sector del metal vizcaino a partir de septiembre.

La plantilla de Productos Tubulares ha seguido de manera importante las convocatorias de huelga en la industria de Bizkaia, cinco entre el 23 de mayo y el 21 de junio, por el convenio provincial. Esas jornadas de paro no han servido para desbloquear la negociación, por lo que es previsible que el conflicto continúe tras el verano.

Con esa previsión, la dirección de la fábrica de Trapagaran trasladó al comité su interés en asegurar que, en caso de producirse nuevas huelgas, estas tengan un impacto limitado para asegurar la salida de los pedidos programados.

Al respecto, la mayoría del comité reclamó ayer a la dirección la retirada “inmediata” del ERTE, ya que la anulación “no puede estar condicionada a ningún tipo de negociación”. “Se trata de un ejercicio de responsabilidad que debe realizar la gerencia para con la plantilla”, estiman.

El órgano que representa a la plantilla, de unos 400 trabajadores, remarca que es necesario “conseguir la normalidad laboral”, pero reclama para ello “nuevas contrataciones e inversiones”. “Mucho se habla de paz social, pero la responsable de la ausencia de ella es la dirección”, se afirma.

La nota no contó con el apoyo de UGT, que hizo su propia propuesta para retirar el ERTE y obtener otras mejoras a cambio de sellar la paz social. Esta central no se sumó al pronunciamiento general porque considera que “es necesario negociar” para “recuperar los derechos perdidos en pro de la paz social”. - A. Legasa