BILBAO - El Primero de Mayo tiene un carácter sobre todo laboral pero siempre se cuelan las principales reivindicaciones de la sociedad. Como es habitual, ayer estuvieron presentes en los discursos y en las manifestaciones algunas de las cuestiones que más preocupan en la izquierda y en el ámbito sindical, como son la agonía del histórico astillero La Naval, la lucha feminista o, este último asunto el más reciente, el intento de golpe de Estado en Venezuela que lideran los opositores Juan Guaidó y Leopoldo López.

El colectivo de extrabajadores de La Naval aprovechó el Día del Trabajador para manifestarse en Bilbao y denunciar que los gobiernos español y vasco no han tenido “voluntad política” para apostar por “la continuidad industrial de este astillero, ya que “no han hecho nada” y son “los responsables de este asesinato industrial”.

Una cuarta parte de la plantilla ya ha optado por incorporarse a Navantia a mediados de junio, mientras que el resto deberá tomar una decisión sobre su posible recolocación en la empresa pública antes de que termine el año. En todo caso, los trabajadores insistieron en la marcha de ayer en que es posible desde el punto de vista legal que la administración pública compre el astillero de Sestao “sin que se considere ayuda de Estado”.

Los exempleados del astillero se movilizaron ayer, acompañados por un grupo de estudiantes convocados por Ikasle Sindikatua, bajo el lema La Naval ez itxi. Gobierno central y vasco, negociación. Por el empleo en Ezkerraldea. Posteriormente, leyeron un comunicado en el que denunciaron que “las políticas neoliberales y económicas que aplican desde la grandes multinacionales y la Europa de los mercaderes continúan aumentando el paro y la miseria entre los trabajadores”.

Además, criticaron que el PSOE y el PNV “han tratado de desmontar, sin fundamentación alguna, que la empresa pueda ser comprada por los entes públicos”. “La propuesta que se les hizo de hablar con Bruselas para que diga si se puede o no comprar el astillero no ha sido respondida”, reprocharon. En este sentido, incidieron en que desde Europa se les ha trasladado que “la compra de activos en liquidación al administrador concursal por parte del Gobierno vasco y el central, si no implica transferencia de recursos a la empresa, no es ilegal”.

De la misma manera, la crisis del histórico astillero de Sestao, el más grande que quedaba en Euskadi, estuvo en boca de algunos dirigentes sindicales y políticos en las manifestaciones de ayer. Lander Martínez, de Elkarrekin Podemos, censuró que el modelo económico y la precariedad “expulsa a miles de trabajadores del mercado laboral, como ocurre en La Naval”. “Que no nos vendan que la lucha de los trabajadores y la lucha feminista son un obstáculo porque son una fuerza y un valor para toda una sociedad”, señaló Martínez.

Con la masiva movilización feminista del pasado 8 de marzo en la memoria, los sindicatos quisieron poner en valor también la lucha de las mujeres trabajadoras. Varios sectores feminizados en conflicto como el de ayuda a domicilio o el de residencias de ancianos de Gipuzkoa tuvieron presencia también en las marchas de Bilbao.

Además hubo menciones por parte de los sindicatos a la situación que se ha generado en Venezuela después de que el pasado día 30, en vísperas del Día del Trabajador, los opositores Juan Guaidó y Leopoldo López llamaran a la insurrección militar para derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro. Mitxel Lakuntza, de ELA, pidió “respeto a la soberanía” de Venezuela tras el intento de golpe de Estado y mostró su solidaridad contra el imperialismo. “Yankee go home. Yankee kanpora”, gritó el navarro. También CC.OO. y UGT defendieron que “deben ser los venezolanos los que decidan su futuro, porque nadie puede meter la mano ni el pie en Venezuela”.