BILBAO - La electrificación del automóvil y las nuevas modalidades de movilidad no van a terminar con la demanda del petróleo, ni a corto plazo, ni a medio, según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía. Para este año, la AIE mantiene su previsión de incremento de demanda de consumo de petróleo y considera que crecerá en unos 1,4 millones de barriles diarios hasta alcanzar los 100,6 millones, pese al proceso de ralentización de la economía mundial que anuncia el Fondo Monetario Internacional, mientras que la oferta de crudo se moderará por el recorte en la OPEP, la caída en Venezuela, y los problemas de Irán por las sanciones de Trump.

Y de cara a medio plazo, en 2040, la demanda mundial de petróleo ascenderá, según AIE, hasta los 106,3 millones de barriles diarios teniendo en cuenta el nuevo marco normativo internacional, según se desprende de la edición de 2018 del estudio Perspectivas de la energía mundial.

En el informe mensual de abril, la AIE señaló que el riesgo de la ralentización económica sobre la demanda de crudos está siendo menor de lo que se esperaba. Fuentes industriales vascas recuerdan que las empresas cada vez han mejorado más su eficiencia energética hasta el punto de que hoy en día se necesita menos cantidad de energía que hace una década para producir lo mismo.

La AIE no es ajena a las incertidumbres existentes sobre la evolución económica mundial, las derivadas de elementos como el Brexit y las medidas proteccionistas de Estados Unidos, aunque reconoce que hay “señales contradictorias sobre la salud de la economía mundial y visiones divergentes” de su incidencia en la evolución de la demanda de petróleo.

Con datos reales de este inicio de 2019, la AIE señala en su informe que la demanda en los tres mayores países mundiales, China, India y Estados Unidos, creció en un millón de barriles diarios en los dos primeros meses del año.

Este alza ya ha contrarrestado la caída registrada en el cuarto trimestre del año pasado en el conjunto de las economías desarrolladas agrupadas en la OCDE, la primera registrada desde finales de 2014. No hay que olvidar que en el final de 2018, países como Alemania e Italia bordearon la recesión.

Ese freno al crecimiento económico mundial, y por tanto a la demanda de crudo, se confirmó en el primer trimestre de 2019, a causa de la ralentización en Europa, pero se recuperará a lo largo del año sobre todo impulsado por EE.UU., país que ha anunciado un crecimiento del 3,2% en su PIB del primer trimestre.

De cara al futuro, a medio plazo, los directivos de la compañía vasca Petronor, que el pasado año batió su récord histórico de ventas de productos petrolíferos, señalaron que en el mix energético, en el horizonte 2030-2040, los combustibles fósiles seguirán teniendo su papel, aunque se dará entrada a “otras soluciones tecnológicas”. De hecho, el presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, afirma que no se puede saber si va a surgir una tecnología disruptiva, pero con la tecnología disponible hoy habrá una cesta de productos donde los hidrocarburos “van a tener una presencia y protagonismo” aunque no será de una manera monocolor como hasta ahora porque hay otro tipo de productos como el coche eléctrico. - X. A.

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